Los dirigentes del PJ que se reúnen esta tarde están decididos a pedirle a Cristina Fernández que «ponga la cara» ante la gente y que despida al secretario de Seguridad.
Después de una mañana en la que los teléfonos no dejaron de sonar, la dirigencia del justicialismo resolvió ir a la reunión de hoy con una posición tomada: de la boca para afuera seguirán sosteniendo a la Presidente y hablarán del gobierno como única víctima de la muerte de Nisman.
Pero le harán llegar a Cristina un ultimátum: o desplaza a Sergio Berni de la Secretaría de Seguridad y habla al país bajándole la tensión a la situación o cada uno de ellos -sobre todo los «presidenciables»- comenzarán a opinar en público lo que dicen en privado.
Para muchos de ellos el costo que se está pagando por personajes como Boudou, D’Elia o el propio Berni va más allá de lo admisible. En poder de cada uno de los popes está una encuesta que encargaron a Roberto Bacman -cercano al gobierno si los hay- que habla de una caída de 15 puntos en la imagen positiva de la mandataria, 22 en la del gobierno y 9 puntos en la intención de voto a Daniel Scioli.
En el mismo trabajo Mauricio Macri ve acrecentarse en 5 puntos esa misma intención, lo que lo pone entre 8/9 por arriba del bonaerense.
Los peronistas no están dispuestos a perder el poder «por culpa de esos impresentables (sic)» como repetía hoy a la mañana una de las principales espadas del PJ provincial.
«Se nos va la gente, se nos van los dirigentes y se nos van los votos», se escuchaba en la casa de Gobierno de La Plata, «y Cristina sigue jugando a la chica 2.0 en vez de dar la cara».