Superintendente 86: la justicia manda a Arroyo al «Cono del silencio»

Por Adrián Freijo El intendente había denunciado a los municipales que acampan frente al Palacio por poner música en niveles muy altos. Entérese qué le respondió el juez.

Carlos Fernando Arroyo tiene pocas pulgas. Enojado por el alto volumen de la música emitida por los parlantes del grupo de trabajadores municipales que protestan desde hace semanas las puertas del Palacio, el jefe comunal se presentó a la justicia para denunciar una «obstaculización de hecho, por la vía de la música estridente del ejercicio de sus funciones».

Refiere Arroyo que «se vio obligado a suspender las audiencias de toda la mañana porque le resultaba imposible llevar a cabo sus tareas con normalidad, porque le costaba escuchar a quien atendía y debía gritar para resultar audible a los demás«.

Agrega a su queja que en determinado momento «el Secretario General del gremio, Antonio Gilardi, tomó el micrófono  y ante una audiencia de al menos mil trabajadores municipales expresó que iban a sacar a este gobierno municipal definiendo a Arroyo como antidemocrático».

Dice la agente fiscal interviniente que, tras una valoración concienzuda de los hechos, no encuentra delito alguno que deba ser dilucidado en el fuero penal. Sostiene que se advierte el ejercicio de una actividad de protesta de índole netamente gremial y que las molestias causadas de manera alguna implican las figuras penales contenidas en el art. 241 de CP.

Descalifica también el fallo la pretensión de que las afirmaciones de Gilardi supongan atentado alguno contra el órden constitucional, ya que además de poder entenderse que el «vamos a sacar a este gobierno por antidemocrático» bien puede referir a hacerlo en el próximo turno electoral, amén de que en la misma oportunidad el sindicalista refirió la intención de la organización de recurrir al Ministerio de Trabajo a los fines de lograr un entendimiento que abarque sus pretensiones.

Recuerda por último la fiscal Andrea Gómez que «el objeto de la acción de perturbar debe ser en las sesiones de cuerpos legislativos, audiencias en tribunales de justicia y en todas las jurisdicciones que abarcan». No por cierto en la calle y con música… 

Por todo ello la funcionaria desestima la denuncia y da por concluida la partitura. Arroyo deberá seguir escuchando la música, tratar de disfrutarla y tal vez…. irse con ella a otra parte en la que pueda estar más tranquilo. Por ejemplo… Normandía.

O echar mano al viejo truco del «Cono del Silencio»…