Una apertura de semana para la preocupación. El gobierno Chino autoriza utilizar fondos de jubilados para inyectar dinero fresco al mercado. Podrían llegar a ser U$S 500.000 millones.
En lo que algunos han dado en llamar el ‘lunes negro’, las Bolsas asiáticas, con China a la cabeza, se han desplomado en la jornada de hoy a pesar de que el Gobierno de Pekín anunció este domingo que autoriza a los fondos de pensiones a invertir en los mercados de valores, una medida que no ha servido para despejar las dudas sobre la economía del país.
Tras una apertura de infarto, en la que la Bolsa de Shanghai bajaba más del 7% en una hora, la sesión ha terminado con el índice principal de China rebajado en un 8,58%, la mayor caída desde 2007. Por su parte, el parqué de Shenzhen, donde cotizan empresas tecnológicas, se dejó un 7,8%, y el de Hong Kong, que cierra una hora más tarde, lleva perdido más de un 5%.
El resto del parqués de la región han seguido la misma línea y han cerrado con sus paneles en rojo. El Nikkei japonés ha perdido un 4,6%, con lo que suma una rebaja del 10% en las cinco últimas sesiones, mientras que Taipei ha cedido un 4,5%. «China es el epicentro, y las economías vecinas más ligadas a ella son las principales víctimas» declaró Chu Yen-min, presidente de KGI Securities Investment.
Aumentan los temores
La caída de hoy sigue la tendencia de la semana pasada, que terminó con unas pérdidas del 11% y arrastró a los mercados asiáticos en su caída, ya que crecen los temores a que una desaceleración de la economía del gigante asiático pueda provocar una recesión mundial.
«Es difícil juzgar si los inversores están reaccionando de manera exagerada o si es que el mercado está cerca de su final» dijo a Reuters Alex Kwok, analista de China Investment Securities, quien destacó que los fundamentos económicos se mantienen débiles y los sentimientos de los inversores maltratados. «Esto ya es un desastre a pequeña escala del mercado de valores» añadió.
En una nota, UBS señalaba que la volatilidad de los mercados mundiales va a continuar por un tiempo debido a las dudas sobre la economía mundial, que ha hecho que los inversores dejen la renta variable en favor de los bonos gubernamentales. Entre esas incertidumbres destacan también el si la Reserva Federal subirá o no los tipos de interés en septiembre y los precios de las materias primas, que se encuentran en caída.
Fondos de pensiones
Aun así, UBS apuntó que confía en que este mal momento pase, una mejora que deberá comenzar en los mercados de los países desarrollados y en la estabilización de los datos macroecónomicos chinos, a quien su Gobierno deberá ayudar otra vez si es necesario.
El batacazo de hoy viene se ha producido tras el anuncio de ayer de que el Gobierno chino va a permitir a los fondos de pensiones del país invertir hasta un máximo del 30% de sus activos en bolsa. Esta nueva medida de estímulo podría suponer la entrada en los mercados de hasta dos billones de yuanes (casi 300.000 millones de euros), según cálculos de las autoridades.
No obstante, la medida no parece haber logrado el efecto buscado, ya que los inversores no esperan que que los resultados se aprecien de manera inmediata. Desde que comenzó las crisis en junio, las bolsas han perdido hasta un 30%, y las diferentes medidas introducidas por las autoridades no están consiguiendo estabilizar los atribulados mercados.