La elección de Fernando Telpuk como jefe de la nueva policía local parece digna de abrir expectativas positivas, al menos en lo referido a la conducción de la fuerza.
Telpuk no es un improvisado y a lo largo de su carrera ha sabido demostrar que a la hora de resolver una investigación no suele hacer caso de ese enfermizo “espíritu” de cuerpo que tantas veces ha caracterizado a todas las fuerzas de seguridad.
El 18-01-2013 la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizó un megaoperativo de allanamiento que se extendió más de cinco horas, en el edificio de la Delegación Salta de la Policía Federal Argentina.
Intervinieron diez efectivos, entre civiles y uniformados de la Unidad Operacional de Control del Narcotráfico y Delitos Complejos del Norte de la PSA, con la intervención del comisionado general Fernando Telpuk – hermano de María Luján, la exagente de la PSA que detectara el 4 de agosto de 2007 la valija con 790.550 dólares del empresario venezolano-estadounidense Antonini Wilson-.
Los investigadores encontraron elementos de pruebas tales como bultos de ropa y juguetes, hojas de coca, además de 25 “pipas” de paco que se encontraban dentro de una caja de cigarrillos que estaba en un muñeco de Superman, además de variada documentación. Los policías detenidos no habían documentado nunca el decomiso de estupefacientes.
Tal actitud le valió no pocas críticas entre quienes siguen sosteniendo que la “Corpo” está por sobre todo y que en casos como el citado hay que mirar para el costado.
Tal vez por ello, en enero del año siguiente fue víctima de una maniobra que algunos adjudicaron al gobierno –en represalia por la declaración de su hermana acerca de lo ocurrido la recordad noche de “la valija de Antonini”- pero los más creyeron que provenía desde adentro de la propia Policía federal como venganza por aquellas detenciones de efectivos corruptos.
¿Qué ocurrió?; la Embajada de los EEUU organizaba un seminario sobre seguridad y lucha antiterrorista y solicitó a la PSA un listado de seis de sus miembros para asistir al mismo.
La PSA envió los nombres de seis especialistas para que participen en el seminario, entre ellos Fernando Telpuk. Sin embargo, antes de empezar el curso, el coronel William Worley, encargado de la embajada en temas de seguridad, le informó al Ministerio de Justicia y Seguridad que Telpuk no podría participar. El jefe de la fuerza nacional ordenó el inmediato retiro del seminario de los otros cinco integrantes de la PSA.
El motivo alegado para el veto a Fernando Telpuk es que en un sitio de Internet, Informe Reservado, que no es oficial y sólo expresa versiones periodísticas, mencionaba que el integrante de la PSA había sido separado de la fuerza en 2005.
Era mentira, un invento sin fundamento frente a un hombre de un legajo intachable y una capacidad operativa que muchos de sus superiores y subordinados definen como una verdadera rareza.
Descubierto el brulote la propia delegación diplomática emitió un comunicado de disculpas que decía que “la embajada confirma que el señor Telpuk no fue incluido en la lista final de participantes en un seminario por cuestiones que surgieron a partir de información encontrada en un sitio de Internet. Esta información debía ser corroborada antes del comienzo del seminario. Este caso requería la obtención de información adicional y lamentamos que no hubiese habido suficiente tiempo para llevar adelante ese proceso en coordinación con el Gobierno argentino. También confirmamos que una vez que se detectó el error, los funcionarios de la embajada iniciaron una serie de reuniones para expresar disculpas sinceras por el malentendido y para remediarlo a través del diálogo y seguirá intentando resolver este tema mediante el uso de nuestra mejor voluntad diplomática”.
Nunca quedó claro quien había intentado desprestigiar al funcionario pero lo cierto es que Telpuk salió del entredicho con más prestigio, no ya ahora a nivel nacional sino internacional.
Este es el hombre elegido por Gustavo Pulti y es claro que en los dos aspectos detallados –eficiencia operativa y honestidad- los marplatenses podemos estar más que tranquilos con su designación.
Lo demás, como siempre, lo dirá el tiempo.
