Un sorpresivo empate se da en los comicios generales en Israel

El primer ministro Benjamin Netanyahu e Isaac Herzog mantienen una paridad absoluta que es tomada como un éxito del premier. Buena cantidad de votantes.

El primer ministro Benjamin Netanyahu y el líder laborista Isaac Herzog han empatado en las elecciones de Israel, según dos cadenas de televisión, que otorgan 27 escaños a cada uno. El tercer canal da la victoria al líder del Likud por un solo escaño. Si se confirman estos resultados, Netanyahu tendría muchas más facilidades para continuar siendo primer ministro de Israel. El bloque árabe Lista Conjunta se corona como tercera fuerza política en Israel.

La gran derrotada sería Hogar Judío, de Naftalí Bennet, que solo obtiene entre 8 y 9 diputados, por debajo incluso del partido de centroderecha Kulanu, que con 10 escaños se convierte en la pieza clave de la balanza para la formación de gobierno, según informa Efe. En la parte baja de la lista, según los sondeos, se encuentran los partidos ultraortodoxos Judaísmo Unido de la Torá y Shas, con entre 6 y 7 escaños cada uno; el frente pacifista Meretz, con 5; y la formación ultranacionalista Israel Beitenu, con 5.

Alrededor de 5.883.365 de electores y 10.119 urnas han cerrado una jornada que todavía no ha dictaminado si Israel sigue el camino del líder del Likud, Benjamin Netanyahu, que iniciaría así su cuarto mandato (tercero de forma consecutiva) como primer ministro, o apuesta por el cambio que representa el líder del Campo Sionista, el laborista Isaac Herzog.

Los sondeos previos al cierre de las urnas indicaban una ligera ventaja (4 escaños) del aspirante de centroizquierda pero la aritmética de futuras coaliciones sonríe al candidato conservador. A las 18 hora local (16:00 GMT), la participación era del 54,6%, informó la Comisión Central Electoral. El índice está ligeramente por debajo del registrado en las elecciones celebradas en 2013 a la misma hora, cuando se alcanzó el 55,5%. Sin embargo, supera el de los comicios de 2009. El índice histórico de participación en Israel se sitúa en torno al 77,3%.

Esta jornada es sobre todo un referéndum a la política y figura de Netanyahu. Tras votar en la escuela Pola Ben Gurion de Jerusalén, el líder del Likud ha incidido en su clara táctica de toda la campaña electoral: abrazar la derecha nacionalista para aglutinar su voto y evitar la victoria del centro izquierda.

«La primera llamada que haré esta noche será a Miriam Peretz (madre israelí que perdió a dos hijos suyos cuando servían en el ejército) y la segunda será a Naftali Bennett (líder del partido ‘Hogar Judío’) para que formemos un Gobierno el campo conservador», ha afirmado Netanyahu reiterando que no aceptará un Ejecutivo de unidad con Herzog. Otro guiño a la derecha más nacionalista que duda entre Bibi y Bennett.

¿La tercera llamada? Al presidente de Estados Unidos, su «amigo» Barack Obama que hoy estará rezando para que el líder laborista complete el Maapaj («Vuelco» en hebreo). En una entrevista esta mañana al Canal 10, Netanyahu ha vuelto a acusar a los medios: «Gran parte de los medios de comunicación israelíes lideran una campaña sin precedentes contra mí».

La victoria de ‘Bibi’, ‘en peligro’

En su cuenta de Facebook, Netanyahu afirmaba al mediodía que su victoria «está en peligro» y alude la importante participación de votantes en el sector árabe.

«Debemos evitar por la seguridad de Israel que el gobierno de izquierdas con el voto de los árabes asuma el poder. Herzog cederá a todo», es el mensaje del Likud.

«Se trata de una elección entre la esperanza y el cambio y la desesperación y la decepción. Quien quiere un cambio, debe poner la papeleta del Campo Sionista», ha afirmado Herzog tras votar en la escuela de Tsahala, cerca de su casa en un selecto barrio del norte de Tel Aviv. El líder laborista intensifica su mensaje a los electores del centro que se plantean votar por el ex ministro de Finanzas y líder de Yesh Atid («Hay Futuro»).

Asimismo, ha defendido la decisión de su número dos, la centrista Tzipi Livni que anoche anunció que renuncia al acuerdo de rotación en la jefatura de Gobierno si eso ayuda a la caída de Netanyahu.

Barak apoya a Herzog

Con el anuncio de Livni, ahora sí que es oficialmente un duelo entre Buji y Bibi. Ante la menor experiencia en temas de seguridad, el laborista recibió ayer el apoyo del que fuera jefe del Ejército, primer ministro y titular de Defensa, Ehud Barak. «Le conozco bien y puedo decir que es un hombre muy responsable y experimentado. En temas de seguridad, se puede confiar en Herzog», anunció Barak.

«Tenemos muchas esperanzas de ganar con una diferencia importante para formar Gobierno. Israel necesita un cambio en todos los campos. En lo que respecta a mi área, tenemos un plan detallado y amplio para tratar las enfermedades que afectan a nuestra economía como el elevado precio de la vivienda», declara a EL MUNDO el economista Manuel Trajtenberg, nacido en Argentina. Se trata del fichaje estrella de Herzog en el frente que más golpea a Netanyahu: el socioeconómico.

«El Likud está haciendo enormes esfuerzos porque en el terreno vio que la situación no es buena», nos comenta el profesor Dan Miodownik de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Y apunta: «La clave es la diferencia de escaños y el juego de bloques. Quizá 61 de los 120 diputados de la Knésset pueden formar un bloque anti Bibi pero eso no quiere decir que vayan a recomendar a Herzog como primer ministro».

En las anteriores elecciones, el 67,7% de los israelíes ejercieron su derecho al voto. En esta ocasión, el porcentaje de votos necesarios para obtener un escaño en la Knésset ha subido al 3.25%.

Es la principal razón de la unión de todas las facciones árabes del Parlamento en un solo bloque («Lista Conjunta») que, si los sondeos se cumplen, se convertirá en la tercera fuerza política israelí. Y es también una de las razones por las que partidos como el izquierdista Meretz o el derechista Israel Beitenu temen malos resultados.

@salemergui