Encabeza la lista de países percibidos como los más corruptos de América Latina, según el informe de Transparencia Internacional.¿Argentina?…flojita de papeles.
Obtiene 19 puntos en una clasificación que va del 0 (altamente corrupto) al 100 (muy transparente). El país sudamericano ocupa el puesto 161 entre las 175 naciones analizadas. En la región le sigue Paraguay, en el puesto 150 con 24 puntos.
Las restricciones en el ejercicio de la libertad de expresión y de participación ciudadana —en los medios de comunicación y ONG— se suman a una cultura de tolerancia más «laxa» frente a la corrupción, afirma Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional España. «Estos elementos limitan el control social en un continente que aún tiene enormes asimetrías y diferencias».
Desigualdades que se reflejan, por ejemplo, en que México y Chile, dos países con «buenas leyes de transparencia», obtengan un resultado tan dispar en el Índice de Percepción de la Corrupción, considerado un referente en la lucha contra los delitos económicos. El primero se ubica en el puesto 103 y el segundo, en el 21. Chile y Uruguay, que empatan en la lista, obtienen las mejores notas de América Latina.
«No solo son las leyes, sino su aplicación y la estructura de sus instituciones», destaca Lizcano, que añade que en la región hay una «sensación general» de que no se «ataja» el problema con contundencia. Transparencia Internacional no mide la percepción de corrupción política relacionada con los partidos, sino la ligada a las instituciones públicas a través de una docena de estudios comparativos y encuestas en cada uno de los países. «No lo hacemos desde Berlín», aclara el presidente de la organización en España.
En los países con peor calificación existe «cierta naturalidad» frente a la corrupción, «impregnada» de manera sistémica en la sociedad. Lizcano habla de una metástasis cuando se percibe como «normal» que cualquier funcionario —desde profesores hasta jueces y policías— pida dinero a los ciudadanos por hacer su trabajo. Los sobornos son parte del día a día, asegura.
El 68% de 31 países analizados en el continente americano suspende en transparencia, al obtener menos de 50 puntos. Canadá lidera la lista con 81 y Haití empata con Venezuela con 19. Precisamente estos dos últimos países han sido percibidos —en este mismo informe— como los más corruptos de América durante los nueve últimos años.
En la lista siguen —ya por debajo del aprobado— Cuba (46 puntos), Brasil (43), El Salvador (39), Perú (38), Colombia y Panamá (37), Bolivia y México (35) y Argentina (34). Muy lejos de las naciones que encabezan el índice: Dinamarca (92), Nueva Zelanda (91) y Finlandia (89). España logra 60 puntos, mientras que Somalia y Corea del Norte (8) obtienen las peores calificaciones.
Transparencia Internacional observa «graves problemas» de corrupción y lavado de dinero en los países conocidos como BRIC, entre ellos Brasil. «Este año ha trascendido que una de las principales compañías petroleras habría utilizado sociedades secretas para sobornar a políticos en Brasil». Por regiones, Europa Occidental registra una media de 66 puntos; le sigue América con 45.