Se trata del traspaso de mando más atípico de la historia de Estados Unidos, con un Trump que llega a la Casa Blanca con apenas el 40 por ciento de imagen positiva.
El equipo de Trump teme que el rechazo del 95.9 por ciento de los habitantes de la capital al magnate empañe los festejos, por lo que el tradicional desfile por la Avenida Pensilvania se redujo de 120 a 90 minutos.
Se espera que entre 800.000 y 900.000 personas participen en las celebraciones, una cifra notablemente inferior a los 1,8 millones de personas que asistieron en 2009 a la investidura de Obama, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional de Washington difundidas por la agencia de noticias EFE.
Los actos oficiales comenzarán mañana, en vísperas de la toma de posesión, con una ceremonia en la que Trump, y el vicrepresidente electo, Mike Pence, depositarán flores en la tumba del soldado desconocido, en el cementerio nacional de Arlington, en las afueras de Washington.
Tras la ceremonia, ambos se dirigirán al concierto «Make America Great Again», en la explanada ante el monumento a Abraham Lincoln, donde dará un show el cantante de country Toby Keith, uno de los pocos que aceptó participar en los actos por la asunción de Trump.
También estarán el actor Jon Voight y el grupo 3 Doors Down, entre otros.
Pero los músicos y figuras internacionales de la talla de U2 o Beyoncé, que participaron en la asunción de Obama, brillarán por su ausencia.
Se espera que algunos de ellos asistan a algunos de los conciertos y actividades «antiinvestidura» que se están organizando en la capital estadounidense con el propósito de donar lo recaudado a asociaciones ligadas a los colectivos más vulnerables ante la llegada de Trump.
Las cantantes Solange Knowles, hermana de Beyoncé, y Esperanza Spalding; la escritora Naomi Klein, y los actores y activistas Danny Glover, Ashley Judd y Fran Drescher, participarán del «Baile de Paz: voces por la esperanza y resistencia» que se realizará mañana en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana.
El evento lo organiza el Busboys and Poets, un reducto del progresismo de la ciudad dirigido por el activista de origen iraquí Andy Shallalm.
Otro evento que acogerá Washington es el «Cabaret solidario», cuyo concepto quedó plasmado en el folleto que lo promociona: «Resistimos como mujeres, homosexuales, indígenas, personas de color, musulmanes e inmigrantes para afrontar los retos de los próximos cuatro años».
Asimismo, la sala de cine alternativo Suns Cinema, sin mencionar a Trump, hace una declaración de principios con la proyección del clásico de Charles Chaplin «El gran dictador», el día de la investidura.
Ajenos a lo que ocurre fuera de los actos oficiales, el equipo de Trump se prepara para el acto central, que se realizará este viernes a las 11.30 (13.30 de Argentina), en el ala oeste del Capitolio, donde Trump y Pence jurarán sus cargos.
Trump llegará al Capitolio junto a la familia Obama, luego de compartir un desayuno en la residencia oficial.
El multimillonario neoyorquino jurará el cargo sobre una Biblia que le regaló su madre cuando egresó de la escuela primaria y sobre otra que usó Abraham Lincoln en su primera asunción en 1861, y que también utilizó Obama en sus dos juras, en 2009 y 2013.
Tras la jura, el flamante presidente pronunciará su discurso de asunción que, según anticipó el futuro vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, será corto pero «muy inspirador y con visión de futuro».
«Es un ‘borrador Trump’, escrito por él, editado por él», detalló Spicer en una conferencia de prensa en Washington.
La cantante, Jackie Evancho, ganadora del concurso America’s got Talen, será la encargada de entonar las estrofas del himno que cerrarán la breve ceremonia.
Luego de participar en un almuerzo en el Congreso, Trump y Pence encabezarán el clásico desfile desde el Capitolio hasta la Casa Blanca, por la Avenida Pensilvania.
Más de 8.000 participantes, provenientes de cuarenta organizaciones de todo el país, entre las que figuran bandas de institutos y de la universidad, cuerpos militares ecuestres, grupos de primeros auxilios y asociaciones de veteranos, acompañarán a los nuevos gobernantes.
Sin embargo, los organizadores temen que se note la ausencia de los seguidores del magnate durante el trayecto.
Muchos de los vecinos de Washington decidieron abandonar la ciudad durante los días de celebraciones, y el clima -que se anticipa será muy frío y con lluvias- tampoco ayuda.
El sábado será el final de los actos de celebración, con un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington, que se superpondrá con una gran Marcha de Mujeres, que se espera reúna a unas 200.000 personas.