A 109 años de su muerte Ramón Falcón vuelve a ocupar la escena

Un atentado con explosivos frente al mausoleo del ex jefe policial, llevado a cabo por un grupo de orientación anarquista, vuelve a mostrar la reaparecida cara de la violencia política en el país.

El 14 de noviembre de 1909 moría asesinado el coronel Ramón Lorenzo Falcón, pocos meses después de que éste dirigiera una brutal represión contra la manifestación obrera del 1º de mayo de aquel año.

Ramón L. Falcón

Falcón dirigió personalmente la represión y dio la orden a la policía montada, al mando del comisario Jolly Medrano, jefe del Escuadrón de Seguridad, de dispersar la manifestación a sablazos y balazos.

Según los testigos, el atentado se produjo cuando el coche doblaba en dirección al sur. Un joven cruzó corriendo en diagonal la calle y arrojó la bomba que cayó en medio del coche. La explosión fue tremenda. Los cuerpos de Falcón y Lartigau volaron por los aires y cayeron en medio de la calle. Falcón murió antes de llegar al hospital; el joven Lartigau, alrededor de las seis de la tarde. Falcón murió en su ley. El hombre que nunca dio cuartel, el implacable represor de movilizaciones obreras anarquistas y socialistas, desangrado y con las piernas hechas pedazo, lo primero que alcanzó a preguntar, fue por su joven acompañante. Según se dice, sus últimas palabras fueron: “Está todo en orden”.

Así quedó la calesa de Falcón

El autor fue el joven ruso-polaco Simón Radowitzky. Arrojó la bomba y salió corriendo en dirección al bajo porteño. Fueron varios los que lo siguieron. Rodeado de civiles y policías, intentó suicidarse, pero fracasó. La policía impidió que los civiles lo lincharan. Pronto se conoció su identidad. Y con ello creció el reclamo entre la clase dirigente para poner límites a la inmigración.

Radowitsky había llegado a la Argentina en 1908. Trabajó en Campana y desde hacía unos meses se desempeñaba en diversos oficios en Buenos Aires. Se supone que sus ideales anarquistas los trajo de Polonia. Se supone. Pero lo cierto es que ese muchacho que apenas pronunciaba algunas palabras en español ya era un activista importante de la causa libertaria. Después, mucho después, se supo que en el atentado participaron cuatro o cinco compañeros. Los policías lo molieron a golpes para que cantara, pero el hombre no abrió la boca. Y el silencio acerca de lo sucedido ese 14 de noviembre lo iba a mantener hasta su último día de vida.

Simón Radowitzky

No lo ejecutaron, fueron muchos los pedidos y protestas por la posible aplicación de la pena de muerte, pero le dictaron treinta años de prisión, con un añadido: veinte días antes del 14 de noviembre, sería sometido a un régimen de pan y agua. Radowitzky no cumplirá treinta años en presidio, pero sí estará veintiuno. Dos en Buenos Aires, y diecinueve en Usuhaia. En 1918 se fugará con otros presos y llegará hasta Chile donde será detenido por la policía de ese país. En febrero de 1930, Hipólito Yrigoyen, en cumplimiento de una lejana promesa electoral, lo indultará.

Participará entonces en la Guerra Civil española y luego se trasladará, decepcionado por la violencia de los republicanos con sus detenidos, a México para seguir con su ensoñación libertaria.  El 4 de marzo de 1956 murió víctima de un infarto sorpresivo. Tenía 65 años de los cuales 27 los pasó entre rejas.

A Ramón Falcón se le erigió un imponente mausoleo en el cementerio de La Recoleta y se lo elevó a la categoría de héroe de la institución policial. Sin embargo los años no aplacaron los rencores y hoy, con el peligroso reverdecer del anarquismo que toma en la Argentina las más diferentes formas, un fallido atentado contra su tumba culminó con una mujer gravemente herida y su pareja detenida.

Así quedó la tumba tras el atentado

El hecho ocurrió esta tarde en un sector alejado del cementerio, ubicado a la altura de Vicente López y Azcuénaga, y al lugar acudieron efectivos del Escuadrón Explosivos de Bomberos de la Ciudad, decenas de policías y ambulancias del SAME.

La mujer sufrió graves heridas, fue trasladada al Hospital Fernández y está «con riesgo de vida», informó el titular del SAME, Alberto Cresenti.

El artefacto fue armado con un caño y, aparentemente, fueron secuestrados otros cuatro explosivos que no llegaron a estallar.

Ya en julio de este año LIBRE EXPRESIÓN había informado de una serie de atentados con bombas de fabricación casera de las mismas características de las encontradas en el lugar (Ver:Preocupación por diversos atentados en comisarías bonaerenses) lo que podría indicar la presencia de grupos organizados similares a los que comenzaron a operar en la década del 60 del siglo pasado y que desembocaron en la guerrilla urbana unos años después.

Alrededor del mausoleo de Ramón Falcón la policía se topó con pintadas anarquistas.

El hecho se produjo al cumplirse 109 años del asesinato del ex jefe de la Policía. Otra muestra de que el odio supone una herencia cultural en nuestro país y que las páginas de la historia siempre quedan abiertas.

Pero sobre todo un llamado de atención por la reaparición de la violencia como forma de expresión política.