Cristi-Card: 12 cuotas sin interés para productos nacionales

Hoy a las 17.30, en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner anunciará el plan de 12 cuotas sin interés para estimular el consumo en todo lo que sea de fabricación nacional. Incluirá electrodomésticos de línea blanca (como heladeras, lavarropas, secarropas, freezer), muebles, materiales para la construcción, indumentaria, calzado, ómnibus de larga distancia para ir a destinos nacionales y hotelería de hasta tres estrellas en la Argentina.

Tendrá una duración de cuatro meses, hasta enero, y estará disponible de jueves a domingos, según lo acordado ayer en la última de la cantidad de reuniones que hubo entre los presidentes de las emisoras de las tarjetas de crédito y el Ministerio de Economía, que impulsó esta iniciativa. Como contraprestación, el Central beneficiará a los bancos (dueños de los plásticos) con una disminución en los efectivos mínimos. “Le pueden llegar a liberar los encajes por lo que tengan de costo de fondeo, aunque los detalles se están ajustando en forma permanente, así que por ahí se llega al anuncio con otra idea”, revela, en estricto off the record, una fuente que intervino en la negociación, y exigió el anonimato a cambio de sus palabras.
Si hoy el consumidor quiere comprar en 12 cuotas, la financiación que se aplica es del 42% anual, lo que resulta mucho más barato que financiarse con la tarjeta de crédito, ya que si uno se limita a pagar el mínimo (30% del total de la factura), el costo financiero total que se aplica por “patear” los pagos se acerca al 100% anual.
Si bien se puede ver promociones en algunas cadenas de electro de 12 cuotas sin interés, son para días y artículos puntuales, con un stock limitado. En muchos casos, la financiación corre por cuenta del propio comercio y de las marcas participantes, con bonificaciones a la cadena.
El costo del fondeo para el banco es la de la tasa Badlar (20,5%) corregida por encajes en un 20%, lo que daría 25%. A esto le suman las contingencias por el riesgo de la volatilidad en la Badlar (que puede subir, aunque pueden sacar un seguro de tasa para prevenirse) y la mora, que está en un 3,5%, y llega a una tasa del 30%. Como el costo financiero es la mitad de la tasa, sería del 15%.
“Si nos obligan a dar 12 cuotas, quizás tengamos que sacar la financiación gratis que dábamos en los rubros que no estén en el acuerdo, como en tecnología, celulares y televisores, por ejemplo. Y dejaremos de aumentar el límite de gastos con tarjeta, porque no queremos que la gente se tiente con el consumo, compre por demás, y te empeore tu cartera de clientes, que luego no pueda pagar el resumen y quede en mora o, peor, en estado de incobrabilidad. De los 66 bancos, 12 son estatales, si quieren regalar la plata a nivel subsidio, que lo hagan con los del Estado, pero si a nosotros nos va mal el perjudicado será el Estado, que recibirá menos pagos de impuestos por ganancias y de ingresos brutos del sector”, protesta un banquero.
“Me parece que el plan es un manotazo de ahogado, no creo que funcione porque la gente no consume por miedo a perder el trabajo. Ya hubo demasiada fiesta de consumo. Mirá las líneas productivas al 19,5% fijo: cada vez es mas difícil colocarlas, ya que no hay inversión”, alerta el directivo de otro banco.