Cuando la cosa se complica todos corren al «aguantadero» papal

Francisco había dicho que no se reuniría más con políticos argentinos; pero es sabido que los «K» -y si son cuestionados por sus corruptelas aún más- son su debilidad. Ahora arropó a Scioli.

Daniel Scioli, uno de los posibles candidatos en las próximas elecciones legislativas, no da puntada sin hilo. El 3 de enero, viajó a Roma con su novia Gisela Berger y, a dos días de su cumpleaños, se sacó la primera foto del año con el Papa Francisco.

Si bien aún no trascendieron los temas que abordaron en la reunión, el Sumo Pontífice lo recibió en un contexto político convulsionado, a la espera de las definiciones de los candidatos para los comicios. Las consultoras de opinión pública lo ubican a él y a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como una posible fórmula en la Provincia de Buenos Aires.

La relación entre el Papa y la política argentina ha sido siempre muy significativa. Año a año, los políticos viajan a Italia para sacarse una foto con él y así presumir su respaldo ante la ciudadanía. Y pese a que Francisco suele quejarse de esa situación, es claro que si de un kirchnerista se trata el Pontífice depone reservas y se presta feliz de participar del «afiche».

En este caso puntual llamó la atención que el Obispo de Roma se preste a «lavar la cara» de un hombre que por estas horas se encuentra apabullado por las sólidas denuncias de malversación de fondos públicos que hay en su contra. Parece, al menos, impropio de un pontífice aunque no sorprendente en quien disfruta de relacionarse con La Cámpora, Milagros Salas, Moreno, Hebe de Bonafini y la familia Kirchner. Francisco ya no quiere ocultar que juega en la política argentina, en la interna del peronismo y en la presión a la justicia. Y al que no le guste…que cambie de religión, parece decir el desembozado adherente al kirchnerismo que trabaja en el vaticano.

Parece que en materia de corrupción el espíritu del banco Ambrosiano -robar en nombre de Dios- se encuentra más vigente que nunca. Y el «Papa-Puntero K» sigue expresando su admiración por los ladrones.

¿Le habrá preguntado por Karina?…

Vaya uno a saber.