El drama del desabastecimiento se instaló en Venezuela

Las colas por productos básicos marcan la rutina de cientos de consumidores que por la escasez se agolpan a las afueras de farmacias y supermercados.

En el Farmahorro ubicado en Rattan Plaza abrieron la venta de pañales, jabones y champú.
Había más de 300 consumidores, en su mayoría mujeres, alineados a las afueras de este centro comercial. Para organizarse las personas se escribían con marcador su puesto en la fila.
«Estamos desde la madrugada, dormimos aquí y ahora nos dicen que no van vender más pañales», dijo Yaniré Tabárez, residente de Porlamar.
Tabárez, con el número 238, se quejaba de la falta de solidaridad de los gerentes de la farmacia. «En vez de vender un paquete por persona para que rinda para todos, están vendiendo dos paquetes por persona».
Empleados de Farmahorro explicaron que este sábado se puso a la venta la totalidad del lote de pañales y que éste alcanzaba para 200 personas. Señalaron que por órdenes superiores se vendieron dos paquetes por persona y no uno como pedían las personas en la cola.
Tabárez informó que lleva más de 15 días sin conseguir pañales en ningún establecimiento.
«Esto es inhumano, cómo hace uno para volver a conseguir pañales, amanecimos aquí y ahora salen con que van a dejar de vender», dijo Yacsenis Campos, vecina de Porlamar.
«Le pedimos al gobernador que venga y dé la cara, porque no podemos seguir así para comprar lo que necesitamos», dijo Adervis Marval, residente en Las Hernández.
Harina
En la zona de carga de Unicasa empezó a formarse desde la madrugada una cola de personas intentando comprar harina de maíz.
«Deberían tener más consideración, yo soy una persona mayor con dolores en la rodilla que no puede estar parada en una cola por mucho tiempo», dijo Cenaida Rodríguez.
Una docena de adultos mayores reclamaban que les vendieran, después de agotarse los números.
«Un llamado al presidente para que se ponga las pilas porque el pueblo está pasando hambre y trabajo», dijo Brígida Marval.
Madres menores
Al menos dos madres adolescentes denunciaron que funcionarios policiales les impidieron unirse a la cola para comprar pañales por su edad, aunque han comprado en otras ventas de artículos escasos.