El Pacto: «De ministros para arriba no se toca a nadie»

Cristina le impuso a Scioli la impunidad para ella y sus ministros, le exigió tres ministerios, el armado de las listas y el vice. Scioli sólo pidió poder encarcelar a Boudou «para calmar a las fieras».

La reunión en Olivos fue tensa, aunque los acuerdos logrados terminaron por distender el ambiente.

Cristina fue clara: “Sabemos que sos el que mejor medís y sin nosotros tampoco llegas“, puso en claro la anfitriona. “De ministros para arriba no se toca a nadie, para abajo que actúe la justicia. Si vienen por mi o por mi gente te vas a encontrar con problemas», continuó, «Los muchachos no van a dejar que me toquen y no te olvides que tenemos todo lo que necesitamos para resistir. Carpetas, votos legislativos en todos los niveles, plata y prensa”.

Scioli asintió; entendió que la presencia de Parrili y Zannini en la reunión no era casual y comprendió enseguida que aquello tenía poco de consulta.

El mensaje fue consecuente con las movidas en el ámbito de la Justicia para garantizar impunidad.

Como pidiendo pista el ahora candidato se atrevió a preguntar: «¿Y Boudou?». La respuesta fue una sonrisa y el silencio; estaba todo dicho y el destino del ex niño mimado quedó expuesto: será el chivo emisario que como dijo Parrili «tirale carne a las fieras, y que aprenda».

La primer señal fue la negativa de Cristina a ponerlo en alguna lista legislativa que le otorgue los fueros salvadores. Boudou está perdido.

¿Y el futuro gabinete? Cristina pidió para sus chicos de La Cámpora tres lugares clave: Justicia, Servicios de Inteligencia y Cancillería. Por supuesto que la primera imposición fue el Chino Zannini en la fórmula.

Scioli dijo a todo que sí, pero en su cercanía siguen diciendo  que una vez que tenga «la lapicera» se rebele contra este acuerdo que lo convierte en un títere de «la jefa».

Por si acaso el gobernador teje por estas horas alianzas con los caciques del peronismo profundo que muchas ganas tienen de cobrarle a Cristina el destrato de estos años y el insignificante lugar que les concedió en el armado electoral.