El recorte de horas extras complica aún más la gestión de Arroyo

Todas las áreas se quejan de los efectos de la medida, pero hay una que sobresale del resto: Tránsito, hasta ayer «la niña mimada» del intendente. Faltan controles y el tráfico en la ciudad se complica.

Para compensar la falta de personal en áreas de control y morigerar el impacto del recorte de horas extras, el gobierno municipal buscará reubicar trabajadores municipales en el turno noche y los fines de semana.

En la administración de Carlos Arroyo entienden que, como la mayor parte del personal trabaja en el turno mañana, hay áreas que se ven afectadas, como Tránsito e Inspección General.

Aunque la medida no fue comunicada oficialmente, la intención de redistribuir personal fue admitida por el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), que anticipó su respaldo siempre y cuando las reubicaciones sean consensuadas con los empleados.

En declaraciones al diario La Capital de nuestra ciudad el secretario de Prensa del STM, Luis María Muñoz sostuvo que “hay necesidad de reforzar los turnos tarde y noche. Si bien no hablamos con el Ejecutivo sobre esta decisión, tenemos entendido que les van a preguntar a los empleados quién quiere cambiar de turno. Si el empleado acepta, y además esto significa una mejora para el funcionamiento de la dependencia, el sindicato no pondrá reparos”, dijo. “En el turno noche se paga una bonificación por nocturnidad, por lo que aquel que decida trabajar de noche estaría mejorando su salario”, agregó.

Muñoz aclaró que si la medida se aplica de forma compulsiva “se afectaría el principio de unidad familiar”, por lo que el sindicato intervendría en favor del trabajador. En el municipio, sin embargo, sostienen que los cambios serán “voluntarios”.

Un caso similar se da en el área de Cultura, en el que el recorte de horas amenaza con tener fuertes consecuencias sobre la programación resuelta aún para las vacaciones de invierno.

El necesario ahorro frente a la reticencia del gobierno provincial de seguir «pagando la fiesta» de Arroyo y su familia, se han convertido en un grave problema para el decadente gobierno comunal que cada día ve como los resultados de su pésima gestión le estallan en la cara.

Casi como para recordar aquello de «quien siembra vientos cosecha tempestades»...