El mejor exponente del skateboarding de Argentina fue «abandonado» por la dirigencia mientras competía por sus propios medios en el exterior en el camino a la clasificación a Tokio 2020.
El skater marplatense Matías Dell Olio habló con Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas acerca de las serias irregularidades que se evidenciaron por parte de la dirigencia del patín argentino que le negó el apoyo al único argentino que tenía chances reales de clasificar a los Juegos Olímpicos.
Del Ollio fue dejado de lado de la selección nacional que iba a buscar un lugar en Tokio 2020 por lo que, sin apoyo y pagando de su propio bolsillo la preparación, compitió en los torneos internacionales fuera del país por invitación de la World Skate, la entidad que está por encima de la CAP (Confederación Argentina de Patín).
Se encuentra en Austria después de siete meses viajando por el mundo tratando de llegar a los Juegos. “Fue una carrera súper complicada y estresante, nunca había pensado que todo, lo que está alrededor tuyo te podría afectar. Estoy en recuperación total pero contento”, expresó el skater en relación a su estado físico y mental.
Además explicó que “en el último momento estuve a dos posiciones de entrar en la final, desde mi lado dejé todo, mi energía, mi dinero, porque no tuve ningún apoyo de la selección ni del ENARD. La corrupción en nuestro país es muy fuerte, me pesa mucho que si fuera por mi estaría adentro pero el ENARD no hizo eventos nacionales donde yo podría haber quedado más cerca y entrar. Estoy en el puesto 21 del mundo pero por las reglas quedé en el 22. Quiero especificarle a los atletas que no esperen nada de nadie, no les van a regalar nada por más de que se lo merezcan. Yo pagué muchísimo dinero en dólares para llegar a donde estoy, si hubiese tenido el apoyo total de la Argentina hubiese sido muy fácil entrar a los Juegos. No tienen idea el estrés que lleva llegar a este punto. Es muy importante la salud mental de un atleta, hoy por hoy estoy tratando de recuperarme física y emocionalmente porque me han dejado de lado”.
Dell Olio manifestó que “en nuestra sociedad cuando uno ve exitoso al otro no lo ayuda, lo tira hacia abajo. Me siento más apoyado por la gente de afuera que me quiere ver exitoso y me quiere empujar hacia arriba. Gracias a Red Bull pude salir del país a un evento en Los Ángeles para ponernos en carrera, después yo me fui costeando todo, no tenía comida, ni dónde quedarme. Mi familia de Rusia, la federación y mis amigos de Puerto Rico me ayudaron pero a Argentina no le importaba dónde estaba y si comía. Fue muy difícil para mí posicionarme”.
Por otro lado, afirmó que “yo vine a Austria porque acá está el Centro de Alto Rendimiento de Red Bull y tengo gente que me está cuidando, con un fisioterapeuta, un entrenador, un psicólogo deportivo y las mejores máquinas para recuperarme, no es que no estaba listo para hacerlo, sino que faltó ese apoyo de Argentina. Estuve muy cerca, me duele mucho no haberlo logrado. Pero por algo pasan las cosas, estoy viendo de mudarme a Estados Unidos pero no a Argentina. Allá es muy difícil que te proyecten para una medalla olímpica, te lleva mínimo 5 años de entrenamiento, miles y miles de dólares. Tengo 24 años y lo que quiero es tener la medalla olímpica para demostrarle a toda la gente que dice que no se puede”.
Con respecto a sus compañeros argentinos, señaló que “no me interesa hablar de ellos, yo soy un profesional en lo que hago y ellos se lo toman p
ersonal, como un juego. No sé como van a hacer para llegar a París, hay mucha corrupción, así que no espero mucho de ellos. Me encantaría que me pidieran perdón pero no va a pasar, prefiero no tener relación”.
Matías recibió una invitación de World Skate por encima de la Federación para tener su oportunidad, y de esa manera, estuvo a un paso de clasificar, por encima de los argentinos de la selección. “Eso fue un problema serio porque a la gente le das un poco de poder y se creen mejor que vos, se creían que como ellos cobraban dinero, yo trabajaba para ellos. Yo tengo la visión, los trucos, sé todo lo que entrené. Yo tenía rabia porque me saludaban en la cara pero por detrás hablaban de mí y no me apoyaban. El equipo no se relacionaba con nadie porque no sabían inglés”, manifestó.
Por otra parte, confesó que “estoy sobrepasado de estrés pero doy vuelta la página. Soy muy visionario, pude ganar el dinero, devolví mucho dinero prestado. Viví con poco y nada. Quiero quedarme un mes más pero cuando uno viaja es el día a día, más estando lejos de tu casa. Estoy en una casa donde los atletas de Red Bull vinimos a entrenar, tenemos todo, desde las ocho hasta las cinco de la tarde tenemos un cronograma, una psicóloga deportiva, entrenamiento, todo un gimnasio para nosotros, un espacio para comer y un espacio para rehabilitar”.
Señaló que “tengo un campeonato en Barcelona pero no estoy bien para correr todavía así que voy a esperar a recuperarme. Uno tiene que estar bien mental, física y emocionalmente. Yo lo hago porque lo amo. Mi lugar ideal es California, Los Ángeles, donde están mis amigos. Pero primero necesito los papeles”.
El deportista contó a modo de catarsis que “ya perdoné a toda la gente de Argentina, fui muy claro, espero que se den cuenta que yo no estoy enojado con ellos. Si se me dan los papeles y Argentina no me apoya, me voy para Italia. Me pagan el doble y yo tengo que pagar mis cuentas. Es muy difícil mantener la vida que llevo desde Argentina. Agradezco a mi madre porque sin ella sería imposible. Me encantaría representar a mi país, extraño a mi madre pero hoy no es el tiempo, en diciembre me gustaría volver y pasar tiempo con mi familia. En siete meses empiezan las clasificatorias olímpicas y no hay tiempo que perder”.
Por último, recordó que “cuando era muy chiquito veía a todos patinando en la Plaza Mitre, desde los 6 hasta los 11, luego falleció mi padre y no tuve un buen año pero después retomé. Era mi salvación, desde los 14 hasta los 22 nunca me fui de fiesta porque tenía un objetivo, estuve muy lejos de ese ambiente que fácilmente te podés perder. Cuando pasó lo de mi padre, me presioné a tener una vida mejor, dejé la escuela para patinar (no lo hagan) y en 2013 y 2014 gané un evento de Red Bull. En 2017 gané uno de los eventos más grandes. Espero que cuando vuelva a Argentina pueda volver a tener la beca. Quiero dejar un buen mensaje, que nunca dejen de soñar en grande y persigan sus sueños sin importar lo que la gente les diga. Y mencionó que tiene su propia escuelita en Mar del Plata, “Soul Skate Class”.
Escuchá a Matías Del Ollio en Radio Brisas con Florencia Cordero en Un Lugar en el Mundo