A tres años de la última zarpada del ARA San Juan, Gastón Piccioni recordó aquel día en la Base Naval y compartió sus sensaciones encontradas por haber estado ahí justo el día de la partida.
En diálogo con Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo, el marplatense Gastón Piccioni, fotógrafo de InfoBrisas.com, evocó lo que pasó el 25 de octubre de 2017 cuando salió a «hacer fotos» por la costa como aficionado sin destino fijo y de manera fortuita llegó hasta la Base Naval donde estaba por partir el ARA San Juan en su viaje final.
– ¿Cuáles son tus sensaciones tres años después de aquella partida del submarino desde la Base Naval?
– Pasaron tres años y no pasó nada todavía. Es triste que siga todo igual por parte de la justicia. Es una sensación rara de no saber por qué fui justo ese día ahí. De los días que había ido, nunca lo había visto al submarino. Ese día fui, lo vi salir y es una sensación rara que tengo desde hace tres años.
– ¿Qué te acordás de ese día cuando decidiste ir para allá casi por inercia?
– Ese día tenía una cámara inferior a la que tengo ahora. Salía a hacer fotos para seguir practicando. Llegué al Torreón y ahí dudé si ir para la Base Naval o para el Unzué porque se veía algo de humo. Después me enteré que hubo un incendio. Decidí ir para la Base, vi que estaban haciendo entrenamiento los buzos tácticos y cuando estaba llegando veo que estaba el submarino por salir. Me apuré y llegué a la Escollera Norte. Me acuerdo que también estaba el ARA Austral, un buque oceanográfico que es naranja y amarillo. Había dos o tres personas más, un oficial de la Armada y me quedé esperando que salga. Desde que zarpó hasta que salió a mar abierto le estuve haciendo fotos.
– ¿Pudiste ver a los tripulantes en ese momento?
– Cuando llegué, escuché la banda de la Armada que se escuchaba desde la Escollera. El submarino pasó por enfrente mío. Hay una de las fotos en la que están saludando en la vela del submarino. En el momento pensaba en sacar la foto, obviamente nunca me iba a imaginar que iba a pasar una cosa así.
– ¿Cómo te enteraste un tiempo después de que habían perdido contacto con el submarino?
– Al mes siguiente, el 15 de noviembre, me llama mi mamá para decirme que mis fotos estaban en televisión porque habían perdido toda comunicación con el submarino. Yo las había subido a mi Facebook el mismo 25 de octubre. Ese día llegué a mi casa, las edité y subí un montón de fotos. Y quedaron ahí. Así llegaron a la televisión.
– ¿Cuándo fue la primera vez que entraste en contacto con los familiares y te empezaste a involucrar en esa pelea por justicia?
– En una de las primeras marchas de los familiares, me acerqué, era difícil hablar, me costaba mucho porque ya se veía que era un desastre cómo estaban las cosas. Me presenté como la persona que había sacado las últimas fotos y les ofrecí al que quisiera las fotos que se las pasaba. A partir de ahí, nunca me pude despegar más viendo las cosas que pasaban ellos. Es algo que para mí significa mucho por haber tenido la «suerte» de estar ahí, pero a la vez la tristeza de haber hecho las últimas fotos de ellos saliendo de Mar del Plata. Es difícil de explicar.
– ¿Cómo viviste la evolución del estado de ánimo de los familiares todo el tiempo que compartiste con ellos?
– Hasta que lo encontraron, los familiares no sabían qué había pasado y era terrible verlos, cómo sufren y el dolor que tienen porque encima ven que los que tenían que ocuparse de saber qué pasó o encontrarlo, no hacen nada o hacen lo justo y necesario con tal de no tener tanta culpa. Esa es la parte política que a los familiares los destruye. A medida que iba pasando el tiempo era verlos a ellos más desmejorados anímicamente. Hay algunos, los más grandes, que van perdiendo sus fuerzas. Y otros siguen y no van a parar hasta que los responsables estén donde tengan que estar.
– Me imagino que te habrás preguntado muchas veces por qué estuviste ahí ese día…
– Millones de veces me lo he preguntado y no sé por qué ese día tenía que ir hasta allá. Es muy raro. La única posibilidad es que tenía que estar ahí ese día para hacer las últimas fotos de ellos saliendo. Es lo único que se me ocurre. No es tan importante mi historia. Todo lo que sea para que se siga recordando y no se olvide, es bueno. Están cosas se olvidan en este país. Si busco un fin es ese, que se difunda y que los 44 tripulantes del ARA San Juan estén siempre presentes.
Escuchá la nota con Gastón Piccioni en Radio Brisas: