El hombre sigue adelante con su «ola naranja». No importa lo que ocurra en el país que quiere gobernar, para Scioli todo es una fiesta, deporte y turismo. Y bueee…
Las actividades de la Ola en la Feliz siguen presente junto a los miles de turistas, aunque la gravedad de los hechos ocurridos en el país puedan estar reclamando algo más de circunspección en los candidatos y funcionarios.
Es cierto, la temporada sigue adelante y los turistas tiene derecho a divertirse y descansar. Por ello nadie habla de susopender ninguna actividad; pero el uso publicitario que se hace de todo lo que se organiza choca con la necesidad de esos mismos argentinos de que mientras ellos vacacionan sus gobernantes dediquen todo el esfuerzo posible a cuidar las espaldas del ciudadanos.
Pero Scioli sólo piensa en su campaña y es difícil que alguna vez se aleje del marketing para tomar en serio las responsabilidades emergentes de la crisis.
En este caso de disputó un partido por la “paz” con la presencia destacada de Ariel Ortega, donde ex figuras de Boca y River, palpitando la previa al super clásico de esta noche
El deporte siempre ha sido uno de los puntos fuertes de Daniel Scioli en la campaña. Ayer, en el Mini Estadio Único de Mar del Plata ex futbolistas de River y Boca protagonizaron un partido por la paz en el que se difundió un contundente mensaje de tolerancia y no violencia, de cara al superclásico que se jugará esta noche en Mar del Plata.
La segunda versión de “Fútbol por la paz” (la primera fue durante la inauguración del espacio Divermar) se disputó con gran afluencia de público que alentó a los jugadores y aplaudió la iniciativa de la Secretaría de Deportes y Juventud de la Provincia, con la organización del partido.
Los ex futbolistas, Alfredo Graciani, Raúl Cascini, Claudio Zacarías y Sebastián Rambert, Nacho González representaron a Boca Juniors; mientras que River lo hizo con Mariano Dalla Líbera, Oscar Passet, Ariel Burrito Ortega y Esteban Fuertes.
Al finalizar, realizaron una foto abrazados y mezclados para remarcar que el fútbol no tiene rivales ni adversarios y que lo más importante es que no haya más violencia .
Y bueno, unos pesos menos en las arcas provinciales, varios más en los bolsillos de los protagonistas y el naranja a full sin que sus dueños se pongan colorados.
