Los restos fueron hallados a pocos kilómetros de donde perdió contacto con los controladores. También se pudo distinguir «una sombra» que se presume sea el fuselaje de la aeronave.
Más de 40 cuerpos de los pasajeros del vuelo de AirAsia desaparecido hace dos días fueron avistados el martes a unos 160 kilómetros de donde la aeronave perdió contacto con sus controladores, en un doloroso final para el misterioso accidente frente a la costa de la isla de Borneo.
«El buque de guerra Bung Tomo ha recuperado 40 cuerpos y el número crece», dijo Manahan Simorangkir, vocero de la Marina de Indonseia. «Había cadáveres flotando entre las olas», declaró.
Además de los cuerpos, los oficiales también han avistado maletas, chalecos salvavidas y otros objetos que proceden del Airbus 320-200 de AirAsia, desaparecido con 162 personas a bordo.
El Ministerio de Comunicaciones de Indonesia señaló que han identificado el logotipo de la compañía en algunos de los objetos hallados en el mar, según el medio indonesio Detik.
El canal de televisión indonesio Kompas TV mostró varias imágenes aéreas de dos objetos de gran tamaño que flotaban en el mar.
El siguiente paso fue enviar helicópteros y buques para recuperarlos y determinar su procedencia.
Once buceadores viajan en el barco que se dirige a la zona donde han encontrado los restos, que se encuentran entre los 25 y 30 metros de profundidad, según la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia.
El avión de AirAsia vuelo QZ8501 despegó el domingo pasado de la ciudad javanesa de Surabaya con destino Singapur, donde tenía previsto aterrizar unas dos horas después.
Embarcaron 155 pasajeros y una tripulación de siete personas, en total, 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un francés (copiloto), un malasio y un singapurense.
A medio camino, el piloto llamó a la torre de control para solicitar permiso para virar ligeramente a la izquierda y subir de los 32.000 hasta los 38.000 pies de altitud para evitar una tormenta.
Los controladores aéreos aprobaron en seguida el viraje, pero cuando, dos minutos después, llamaron al piloto para aprobar un ascenso sólo hasta los 34.000 pies se perdió el contacto.
El avión de la aerolínea de bajo coste no emitió ninguna señal de socorro.