Los brasileños reciben al turismo internacional con una original manera de revivir los hechos más trascendentes del Mundial de fútbol.
Después de que Brasil tuviera que soportar durante décadas el estigma del «Fantasma del 50» tras perder la final del Mundial en el Maracaná ante Uruguay, a partir de Brasil 2014 el pueblo carioca recordará en cada paseo a través de un gran mural de media cuadra de extensión el trago amargo que significó, esta vez, no jugar la final del que era «su» Mundial y quedar eliminado por Alemania en un goleada 7-1 que fue verdaderamente catastrófica.
El artista brasileño Marcos Jambeiro fue el encargado de ponerle imágenes a los hechos más destacados del Mundial de Brasil y su obra es genial, pero seguramente nunca imaginó que le tocaría pintar a los jugadores de su selección lamentándose en el verde césped tras la caída en semifinales.
La pared de unos 50 metros se erige en el límite entre las concurridas playas de Copacabana antes del cruce hacia Ipanema en un lugar ineludible para el turismo de todo el mundo. El muro que inmortaliza los momentos más destacados del Mundial retrata a las principales atracciones turísticas de Río como el Cristo Redentor, el Pan de Azúcar y el Maracaná junto a Neymar como orgullo local y una muestra de banderas de los equipos participantes con Lionel Messi en un lugar privilegiado con los brazos en alto como figura destacada.
Aparece el alemán Miroslav Klose convertido en máximo goleador de los mundiales, el golazo de palomita de Robin Van Persie, los festejos de gol del mexicano “Chicharito” Hernández, el lamento de los brasileños tras la goleada histórica y el uruguayo Luis Suárez, popularmente recordado por ser expulsado del torneo como consecuencia de haber mordido a un rival.
Los arqueros tienen su espacio porque también supieron ser protagonistas. El mural de Jambeiro muestra la tristeza de Iker Casillas ante la realidad de su España eliminada, la atajada fantástica del mexicano Memo Ochoa al brasileño Neymar y el tiro en el palo que salvó a Brasil en la definición por penales ante Chile.
No podía faltar el tramo dedicado a los hinchas. Una calle de Copacabana con el típico trazado de sus veredas y el mar de fondo es el escenario del andar de fanáticos argentinos, alemanes y brasileños bien identificados como ocurrió durante el transcurso del Mundial.
Las banderas de Alemania y Argentina, protagonistas de la final, cierran la sucesión de imágenes a puro color y al costado de la firma del artista la postal con la alegría del campeón y los jugadores alemanes levantando la Copa del Mundo.
El atractivo mural es una original manera de revivir los grandes momentos del Mundial y su impacto visual convoca al turismo internacional que lo recorre con entusiasmo sacándose fotos con las imágenes más representativas.
Claro que los argentinos que pasan por Copacabana no pierden la oportunidad de burlarse especialmente de la pintura de Brasil llorando su eliminación, algo con lo que los locales deberán convivir hasta que vuelva a escribirse una nueva página de la historia.
(Por Florencia Cordero – Libre Expresión en Río de Janeiro)
