HEDOR

La causa conocida como «el escándalo de los cuadernos» demuestra acabadamente que Argentina es un país en manos de corruptos desde hace décadas. De como termine depende nuestro futuro.

Hedor...no hay otro término para definir lo que sobreviene de Comodoro Py por estas horas. Podredumbre moral de un país con un vicepresidente preso, dos ex presidentes protegidos en sus fueros para no seguir el mismo camino, sus principales empresarios reconociendo haber pagado en forma espuria -sean coimas o «aportes de campaña»- a un gobierno y decenas de funcionarios procesados, empujándose para confesar sus delitos a cambio de conseguir alguna disminución a seguras condenas.

Este país –que aún tiene en sus cárceles a hombres que se creyeron dueños de la vida ajena y secuestraron, torturaron, mataron, se apropiaron de niños y de bienes ajenos- despierta a cada instante a una situación horrorosa que lo obliga a preguntarse seriamente si somos una sociedad de imbéciles, a los que cualquiera le mete la mano en el bolsillo y lo engatuza con palabras y promesas, o por el contrario toda esta mugre es parte de nuestra idiosincrasia y todos estos delincuentes que hoy vemos desfilar ante los jueces no son otra cosa que paradigmas de cada uno de nosotros.

Hedor…vergüenza…indignación…miedo a que una vez más no se haga justicia…seguridad de que hay muchas más personas y actos de corrupción a descubrir…sospecha de que aún hoy se roba en la Argentina.

Mientras el coro de arrepentidos sigue desentonando su miseria, todos cruzamos los dedos pidiendo que, al menos esta vez, no aparezca el pacto de silencio y cobertura que se ha llevado en tantas otras ocasiones el futuro de la nación.

Que así sea….