La situación de los hospitales bonaerenses y el hecho de que la inseguridad sea un verdadero drama para el personal, motivaron la presentación de un pedido de amparo.
La falta de insumos, la necesidad de reparaciones edilicias y mayor cantidad de personal y el refuerzo de la seguridad forman parte de una medida cautelar impulsada por la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la provincia (Cicop) para mejorar el funcionamiento de la guardia del Hospital Interzonal.
La presentación del amparo judicial fue anunciada ayer por la dirigente de Libres del Sur Victoria Vuoto durante un nuevo abrazo solidario al hospital público que depende del gobierno bonaerense.
«Necesitamos el pase a planta permanente, insumos, camilleros, camillas. Y las medidas de seguridad las tendrá que tomar el gobierno de la provincia de Buenos Aires», dijo a LA CAPITAL Pedro Larraggione, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
La demanda de mayor seguridad en la guardia no es nueva, pero tomó un nuevo impulso la semana pasada, luego de que familiares de tres jóvenes baleados durante un tiroteo ingresaran a los gritos y amenazaran a los doctores. «La situación de seguridad está más complicada porque la policía tampoco resuelve. Todos los días tenemos situaciones de agresión», lamentó Larragione.
Ante los médicos y trabajadores que abrazaron simbólicamente al hospital por segunda vez en el año (el primero había sido a fines de febrero), el gremialista no desestimó «ninguna acción directa» por «los hechos de violencia que se viven a diario», en referencia a una posible medida de fuerza. «Seguimos en asamblea, reclamando al ministro de Salud (Alejandro Collia) y a las autoridades municipales que se hagan presentes», contó a este diario.
Vuoto, que patrocina a los profesionales de la salud en la acción judicial, argumentó: «Estamos pidiendo por la guardia del hospital, el área más crítica en este momento, tanto por los insumos, la infraestructura y el personal como por las situaciones de violencia que se han vivido últimamente».
Recordó que, en una reunión, la jefa de la guardia (que se tomó licencia tras los hechos de la semana pasada), le contó que un hombre ni siquiera dejó el arma para hacerse una radiografía. «En la placa salieron los huesos y el revólver. A este tipo de situaciones están expuestos los trabajadores permanentemente», aseguró.
Al margen del refuerzo en la seguridad, los profesionales solicitan que ante los casos de violencia se aplique el protocolo del Ministerio de Seguridad. «Los médicos denuncian estas situaciones ante la dirección del hospital, pero la dirección no eleva las actuaciones al Ministerio de Salud, tal como recomienda el protocolo. Entonces, se oculta una realidad y no se interviene para resolver el problema», cuestionó Vuoto.
A su entender, estas condiciones están afectando «tanto el derecho a la salud y a la vida de los pacientes como el de los profesionales que están atendiendo». Lo atribuyó a una «omisión caprichosa» del Ministerio de Salud porque «son falencias que se vienen denunciando hace años». Por caso, puntualizó que en mayo de 2014 el Ministerio de Trabajo hizo un relevamiento de las necesidades del hospital. Pero «no hubo respuesta a nada de lo que allí se decía que era necesario y urgente hacer».