Kicillof se apresta a depositar pago a los bonistas en el Banco Nación

Mientras el gobierno avanza con la idea anunciada por Cristina en su última Cadena Nacional, otros especialistas proponen alternativas para evitar que al momento de efectuar el pago la Argentina sea declarada en desacato. Roberto Lavagna coincidió con el Gobierno de garantizar por ley los vencimientos de deuda. «El fallo de Griesa es de cumplimiento imposible», dijo. Pero advirtió que el proyecto oficialista tiene «errores»

El secretario de Finanzas, Pablo López, y el economista, Adrián Cosentino, a cargo de la Unidad de Reestructuración de Deuda, trabajaron muy duro estos dos últimos días y lo harán el fin de semana, para que el próximo miércoles Kicillof junto al secretario Legal y Técnico de la presidencia, Carlos Zaninni, tengan todos los elementos para explicar el proyecto en el Senado. La intención del Gobierno es que el 3 de setiembre esté aprobado.

Desde Economía sostienen que Griesa «desprecia la soberanía nacional» y pese a las trabas impuestas por los holdouts preparan todo para depositar el próximo vencimiento del bono par del 30 de setiembre en el Banco Nación a través de Nación Fideicomiso. Esa tarea ha sido encomendada por Kicillof al presidente del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón, un hombre que responde directamente a su amigo Máximo Kirchner.

Tampoco no descartan un acuerdo entre privados para comprar la sentencia por unos 1.650 millones de dólares y coinciden con los analistas del sector privado en que los bonos argentinos han aguantado porque todavía se vislumbra una luz pequeña de que los bancos privados lleguen a un acuerdo con los holdouts.

Lavagna propone alternativas

«He venido insistiendo en que se deben buscar mecanismos, eso sí, técnicamente sólidos y sustentables, que permitan resguardar al 93% de los tenedores reestructurados, y mecanismos alternativos, procurando un nuevo lugar de pago, que permita que los pagos de los vencimiento se hagan efectivos», sostuvo el ex titular del Palacio de Hacienda y miembro del equipo económico del Frente Renovador, Roberto Lavagna.

Con estas palabras, el primer ministro de Economía de Néstor Kirchner que propuso la primera reestruturación de la deuda externa se mostró parcialmente en coincidencia con la intención de Cristina Kirchner, que esta semana giró al Congreso un proyecto llamado «Ley del pago soberano local» para atender a las demandas de cobro de los tenedores de títulos.

Actualmente, los bonistas reestructurados están imposibilitados a acceder del capital depositado por el Gobierno argentino, luego de que la justicia norteamericana congelara esos fondos que gestiona el Bank of New York Mellon (BONY) ante el fracaso del acuerdo de pago a los holdouts.

En diálogo con el diario Perfil, Lavagna planteó que su propuesta de generar mecanismos alternativos para saldar los vencimientos que corresponde a los bonistas reestructurados dejaría «de manifiesto la voluntad y la capacidad de pago del país».

«Los errores de las autoridades argentinas en la negociación con los fondos buitre fueron muchos y severos. A su vez, el fallo del juez Thomas Griesa en favor de una ínfima minoría es de cumplimiento imposible sin afectar a la mayoría», planteó en la entrevista.

De esta manera, el ex funcionario salió de su sugestivo silencio inicial, luego de que se dio a conocer la iniciativa parlamentaria del Ejecutivo, y que había motivado especulaciones sobre un presunto desacuerdo con el líder del Frente Renovador, el diputado y precandidato a Presidente de la Nación, Sergio Massa, quien rechazó la propuesta del oficialismo.