La Iglesia denunció la «camporización» del estado

La Iglesia Católica difundióun documento que contiene una serie de «reflexiones» enmarcadas en el contexto de un 2015 signado por «actos electorales en todos los niveles».

Entre esas consideraciones se incluyó un velado cuestionamiento a la expansión del empleó público a través de militantes del partido gobernante.

En su documento ‘Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano’ difundido este 18/03, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina pide que «el acceso al Gobierno no implique la designación o contratación adicional de personal perteneciente a un partido o sector».

«Es indispensable dotar a la Administración Pública de un cuerpo profesional y permanente de funcionarios que ingresen y asciendan en atención al mérito y no a las afinidades ideológicas», agrega.

El documento hace esa observación al incluirla como una de las condiciones para «alcanzar un adecuado nivel de madurez cívica» con el fin de «que los cambios de gobernantes no impliquen ignorar legítimos logros» de administraciones anteriores.

Por su puesto que el documento no hace hincapié en ningún caso en particular, pero indudablemente su interpretación apunta a los lugares que ha ocupado la ultraoficialista agrupación La Cámpora en los estamentos públicos a lo largo de los últimos años, con cargos de todo tipo en el Poder Ejecutivo y en las empresas estatales que dependen del mismo aunque no cumplieran los requisitos para ejercerlos.

Según un estudio del investigador del Conicet Martín Grandes, desde 2002 se ha congelado toda selección de personal para la administración pública salvo la discrecional, por motivos políticos.

Según las estimaciones del investigador, en algunos ministerios, secretarías o institutos, los cargos de “alta gerencia” están ocupados “entre 50% y 75%” por funcionarios no necesariamente idóneos. Grandes lo denomina el “efecto La Cámpora”.

Al evitar concursar por los cargos, los dirigentes o militantes partidarios tampoco deben demostrar las condiciones necesarias para el puesto. Por eso, cada 6 meses, el Boletín Oficial se llena de cientos de “decretos de excepción”, dijo.

La Cámpora también está presente en distintos tipos de firmas -públicas y privadas-, lo que le permite controlar o administrar (de modo directo o indirecto) una caja que en 2013 se calculaba superior a los $41.000 millones.