Los choripaneros protestaron a las puertas de la comuna. Quieren que se regule la actividad. ¿Aceptarán las medidas sanitarias correspondientes? hummmm…..
Le exigen a las autoridades un marco regulatorio para la actividad, porque están “hartos de ser perseguidos por la Policía y decomisados por Inspección General, cuando las parrillas callejeras son el sustento de más de 150 familias marplatenses”.
Loable el reclamo social pero ineludible la pregunta: ¿puede legalizarse una actividad que burla todas las normas sanitarias y bromatológicas existentes?. La respuesta es obvia.
En muchos lugares del mundo -el centro de Montevideo o las playas de Copacabana por ejemplo- existen puestos callejeros en los que se elabora comida e inclusive este tipo de chacinados. Pero hablamos de instalaciones especiales, higiénicas y bajo estricto control de las autoridades.
Y por supuesto con ubicaciones otorgadas por el estado y con costo de instalación por cuenta de los beneficiarios.
¿Es esto lo que solicitan?, ¿o simplemente reclaman el derecho a seguir instalándose donde más les convenga, con precarias instalaciones que rara vez pasan de un medio tambor de combustibles y con mercadería que nadie sabe de donde proviene y que controles ha pasado?.
Ojalá la demagogia de los ñoquis no termine legalizando la irresponsabilidad de los choriceros.
¿Está claro?.