Con el tradicional hotel marplatense como insignia, proyecta más desarrollos también en Buenos Aires y la Patagonia.
La familia Álvarez Argüelles, dueña del tradicional cinco estrellas marplatense Costa Galana, avanza en su plan de expansión por la Argentina.
Hoy, la cadena Álvarez Argüelles Hoteles cuenta con 11 establecimientos con más de 1.000 habitaciones en distintos puntos del país, a través de tres unidades de negocios: el Costa Galana, HA Hoteles y HA Flats, para departamentos de alquiler temporario. Además de su Mar del Plata natal, donde posee cuatro hoteles, la cadena cuenta con tres establecimientos en Buenos Aires (dos de ellos, Flats); dos en Posadas y dos en la ciudad de Neuquén, donde al tradicional HA Comahue sumó, semanas atrás, HA Comahue Business, de 58 habitaciones enfocado al negocio corporativo, de gran demanda en la zona, junto a terceros inversores.
«Estamos con dos hoteles en construcción en Iguazú y Rosario, que abrirán el año próximo, y con otros en proyecto en Buenos Aires y la Patagonia», adelantó Héctor Arias, gerente de Desarrollo de Álvarez Argüelles Hoteles. En Iguazú, levanta junto a socios un establecimiento de cuatro estrellas superior, con 100 habitaciones, en el predio de 600 hectáreas Selva Iriapú, que apuntará al creciente turismo atraído por las Cataratas. En Rosario, en tanto, será un hotel de 20 pisos, con 150 habitaciones y amplios servicios, destinado sobre todo al negocio corporativo, cerca del centro comercial El Portal.
Pero esto no es todo. «Para Buenos Aires, proyectamos un hotel en microcentro, junto a terceros inversores, destinado al mercado corporativo. Pero también estamos evaluando proyectos para dos nuevos Flats en Palermo y Barrio Norte», comentó Arias.
En la ciudad ya operan dos edificios con departamentos de alquiler temporario, HA Quartier del Polo, en Las Cañitas, y HA Quartier Basavilbaso, en Retiro, que funcionan muy bien, además del hotel HA Bel Air. «Tienen menos servicios que un hotel; limpieza de departamentos pero no todos los días, y conserjería las 24 horas. Nosotros los gerenciamos, pertenecen a inversores individuales, quienes obtienen una rentabilidad», explicó Arias.
Pero también prevén un nuevo desarrollo bajo la modalidad Flat en la «Patagonia cordillerana», anticipó Arias, sin precisar ubicación al no haber cerrado aún el acuerdo con los desarrolladores. A futuro, los Álvarez Argüelles proyectan, además, llegar al exterior. «Estudiamos la posibilidad de abrir un hotel en Uruguay», comentó Arias.
Puede resultar llamativo que una cadena apunte a expandirse en momentos en que el sector turístico aún no sale de la crisis, ante la caída desde 2012 del arribo de extranjeros, con una ocupación menor y costos en alza. «Hay oportunidades, es el momento para invertir. De acá a dos años habrá un reacomodamiento de oferta y demanda; quienes comiencen hoy con un desarrollo ya estarán activos cuando el mercado vuelva a crecer. Se espera una mejora, la inversión hotelera es siempre a largo plazo», comentó Arias.
Como siempre en la Argentina, los ladrillos siguen siendo un buen destino de inversión. Por eso se pueden concretar los proyectos junto a socios. «La excedencia de pesos se traslada a ladrillos; se tiene el resguardo de una inversión en real estate, y además una rentabilidad que varía según proyecto y ubicación. En nuestro caso promedia 8% anual sobre el capital invertido, con un piso de 5% y que puede llegar a 10% o 12% según el desarrollo», destacó.
Pese a no ser el mejor momento, los establecimientos porteños funcionan, por caso, con 70% a 80% de ocupación.
La cadena nació 60 años atrás, de la mano de Manuel Álvarez Argüelles, con el hotel marplatense Costa Galana. Luego comenzó a expandirse por la misma ciudad, Buenos Aires y, desde hace 20 años, también Neuquén. Hoy, preside la cadena su mujer, María del Carmen Álvarez Argüelles, pero está integrada por sus hijos, Claudia y Alberto, quien en la década pasada fue presidente de Fehgra, la federación que nuclea hoteles y restaurantes del país.
