¿Mujer policía?: si sos policía no sos mujer

Por Adrián Freijo Como una postal de la sinrazón las policías femeninas que custodian el encuentro de mujeres en La Plata son tratadas como animales. ¿Nadie pide por ellas?

En una época en la que por fin los derechos de la mujer se incorporan con solidez a la agenda de un mundo nuevo, el 34° Encuentro Nacional de Mujeres que se desarrolla en La Plata es un hito que ahora marca la importancia del debate entre las propias protagonistas que deberán definir como sigue esta historia de la integración igualitaria y si no se ha llegado tal vez al momento del «uno más una» y no del «una contra uno». Porque lo que está claro es que el «uno sobre una» ya es parte definitiva de la historia…y no de la más rescatable.

Pero sería muy bueno que en los talleres y paneles de debate que se desarrollarán en la jornada se tuviese también en cuenta la igualdad de derechos a la hora de elegir una profesión. Estigmatizar un trabajo a partir de la simpatía o antipatía que nos despierta su esencia sería caer en el mismo vicio machista que despreció hasta el desconocimiento aquellas actividades femeninas que se le antojaban de poca monta y que por lo tanto debían ser ignoradas o mantenidas en la marginalidad.

Mujeres integrando las fuerzas armadas, jugando al fútbol o al rugby o liándose a trompadas arriba de un ring son y deben ser parte de la normalidad y por tanto abrazadas en la defensa de sus derechos con la misma pasión que los colectivos de género aplican a la diversidad de género. Son mujeres…y son por tanto protagonistas de este nuevo tiempo.

Como lo son las mujeres policía que han sido asignadas a la custodia de este acontecimiento platense, para evitar la presencia de agentes varones a los que los sectores más ultraístas del feminismo pueden tomar como una provocación que justifique estallidos de violencia como el que padeció Mar del Plata en la edición de 2015, Rosario en 2016 o Trelew en 2018. Ellas han sido convocadas desde diferentes lugares de la provincia y padecen ahora las consecuencias de la improvisación y la falta de respeto, a lo que debe agregarse un temporal de proporciones escatológicas que se abatió en las últimas horas sobre la capital de la provincia.

Las fotos que ilustran esta nota son prueba acabada de lo que aquí afirmamos. Hacinamiento, mujeres durmiendo en el suelo entre el agua y la humedad y personal dejado en la calle, a la intemperie, sin el mínimo reguardo compatible con el respeto a elementales derechos humanos.

En el video que mostramos a continuación puede verse al personal policial femenino bajo un verdadero diluvio; y no como consecuencia de un operativo en ciernes -la marcha aún no había comenzado- sino por falta de un lugar para ser alojado en condiciones compatibles con la mínima dignidad que merecen como funcionarios del estado y mujeres.

Alguien del Ministerio de Seguridad deberá responder frente a esta situación No basta con ordenar que nada se difunda en las redes para que todo quede, una vez más, oculto.

Pero también sería bueno que las dirigentes de los muchos grupos defensores de los derechos de la mujer que hoy están presentes en La Plata se expresen sobre esta situación de violencia de género y dejasen a la sociedad un mensaje integrador y no excluyente, solo a favor de quienes confunden esta histórica lucha de las mujeres por sus derechos con cuestiones ideológicas o de odio que nada tienen que ver con la cuestión de fondo.

Salvo, claro está, que por ser policía no seas mujer…