Sobreseen por falsa otra denuncia de Arroyo contra Pulti

La justicia sobreseyó las causas en las que el gobierno de Arroyo había denunciado al ex intendente por el uso de descubierto para pago de sueldos, un procedimientos ahora usado habitualmente.

Era una situación insólita: el gobierno de Cambiemos denunciaba como un delito un mecanismo que usa cotidianamente para pagar los salarios municipales. Y ya a esta altura nadie en los despachos oficiales podía siquiera sostener con algún grado de seriedad dicha situación.

La justicia sobreseyó en las últimas horas al ex intendente Gustavo Pulti, quien dio a conocer un comunicado en el que expresa que se dispone a pedir el mismo tratamiento en las causas que quedan pendientes, en ninguna de las cuales es acusado de un acto de corrupción.

Dice el comunicado:

«Es a partir de ahora que se inicia la etapa de definiciones que esperábamos y anhelamos. Pediremos el sobreseimiento total y definitivo en todas las cuestiones que nacieron por una denuncia de mala fé.

La ineptitud necesita excusas. La incapacidad no se confiesa cuando parte de espíritus bajos. En lugar de decir «no sé, no puedo, estamos desbordados», se eligió denunciarnos por el delito de pagar sueldos y por promover la industria junto a universidades, cámaras, gremios y cooperativas con trayectoria y prestigio.

Paso a paso se han ido cayendo acusaciones. Fueron los propios fiscales los que las fueron dejando de lado en los diferentes momentos procesales.

Además de las acusaciones que se desecharon antes, por uno u otro motivo, ahora sobreseen dos hechos más relacionados con el uso de descubierto. Reservaremos para más adelante otras opiniones sobre este proceso.

Sin un solo hecho de corrupción que se investigue, sin una sola acusación por la que se pueda inferir que hayamos actuado en contra del interés de los marplatenses o de Mar del Plata, como queda dicho, solicitaremos a la justicia, en la que confiamos, el sobreseimiento que consideramos corresponde».

Claro que más allá del esperado resultado en causas de una fragilidad jurídica llamativa, queda preguntarse acerca del daño público causado a la figura de Pulti o de cualquier otro funcionario sujeto a semejante mala fe e irresponsabilidad y sobre todo acerca de la costumbre de judicializar al derrotado, lo que termina siendo parte del constante deterioro de la confianza del ciudadano en la independencia de la justicia.

Vicio que corroe cada día la credibilidad en la república y que consagra el perverso criterio nazi del «miente, miente que algo quedará».