Nisman dijo que hay una «confabulación criminal» que incluye a Héctor Timerman, Luis D’Elía,»El Cuervo» Larroque, y Fernando Esteche, para «desvincular en forma definitiva» a Teherán.
El fiscal especial para el caso AMIA, Alberto Nisman, denunció a la presidente Cristina Kirchner y a otros miembros del Gobierno a quienes acusó de «decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán» en la investigación por el atentado perpetrado en Buenos Aires en 1994 y pidió su declaración indagatoria.
De acuerdo a la presentación de Nisman -realizada en medio de presiones- que quedó radicada en el juzgado federal de Ariel Lijo, el Gobierno ideó un «sofisticado plan delictivo» destinado a favorecer a Irán y desvincular definitivamente a los sospechosos que son buscados por la Justicia argentina.
El fiscal cree que la «maniobra» comenzó dos años antes de que se firmara el Memorando de Entendimiento con Teherán en 2013 y contó con la participación del canciller Héctor Timerman, el diputado nacional Andrés «Cuervo» Larroque y el piquetero Luis D’Elía. En su escrito, Nisman incluye los contactos que se mantuvieron nada menos que con Mohsen Rabbani, uno de los máximos responsables por el ataque terrorista, según la Justicia argentina y con pedido de captura.
En el extenso escrito presentado hoy, Nisman presenta como parte de las pruebas charlas telefónicas que involucran a los protagonistas del complejo tratado. Según el fiscal, las instrucciones partían de la propia Presidente quien instruía a Larroque, que a su vez indicaba a D’Elía y Esteche, todos nexos locales de Irán. Por parte del estado religioso el vínculo en la Argentina es un representante iraní sin cargo diplomático, aunque con el verdadero poder real. Se trata de Jorge Alejandro «Yussuf» Khalil.
En su exposición escrita Nisman explica que las motivicaciones que llevaron a la concreción del pacto fueron estrictamente económicas. La Argentina, necesitada de energía, negociaría con Irán impunidad a cambio de «granos y carne«. Sin embargo, para poder cumplir con este acuerdo se necesitaría algo más: garantizar la caída de las circulares rojas que pesan sobre varios funcionarios del régimen iraní, hecho que no ocurrió.
En una de las escuchas en la que está involucrado, Khalil señala: «Los tipos quieren restablecer relaciones, que lo van a hacer multidimensionalmente eso. A nivel gobierno, te digo, a nivel Estado… lo que tiene que ver con establecer relaciones entre los dos Estados«, consta en la presentación judicial. «El tema que necesita Argentina es petróleo… hay un verdadero interés en empezar y entablar las relaciones comerciales de gobierno a gobierno«. Esos dichos de Khalil corresponden a mayo dde 2013.
En otra conversación que involucra a D’Elía, el ex piquetero afirma: «Ahí hablé con Julio (De Vido, Ministro de Planificación), acá hay urgencia energética«. El ex funcionario kirchnerista se reunió con el ministro y dio cuenta a Kalhil, su vínculo en el armado del pacto, de ese encuentro. «Ellos están dispuestos a mandar a la gente de YPF con nosotros a hacer negocios allá. Está muy interesado en cambiar lo de aquellos por granos y carne. La reunión fue porque la pidió la Jefe, ¡eh!… Estamos al más alto nivel«.
La reunión por el petróleo iba a tener inicialmente dos sedes posibles: Caracas -a pedido de laArgentina– o Beirut, Líbano. Sin embargo, al permanecer vigentes las circulares rojas -el verdadero interés de Irán- esas cumbres se frustraron. En ese sentido, en otra charla mantenida entre D’Elía y Khalil, el enviado iraní le reprocha: «De Vido tiene que saber que TImerman no cumplió con algunas cosas, esto es así de claro, no cumplió con algunas cosas«. El iraní hacía referencia al pedido de captura internacional que pesa sobre sus jefes, responsables del atentado a la AMIA.
Khalil, en contacto telefónico con Rabbani, lo pone al tanto de las negociaciones con el gobierno argentino. La réplica del imputado en la causa es la siguiente: «Irán fue el primer comprador de Argentina y ahora no compra casi nada… pero puede cambiar… aqueí hay algunos sectores del gobierno que me dijeron que están listos para vender petróleo a la Argentina… y también comprar armas«.
El trato entre ambos era frecuente y de sumisión por parte de Khalil: «Sheik, quédese tranquilo que yo hoy a la noche, cuando llego a mi casa, le mando un informe de todo todo lo que estoy haciendo«. Corría mayo de 2013 y el máximo sospechoso del atentado terrorista a la AMIAconocía más detalles del pacto que los familiares de las víctimas, quienes no conocían nada sobre las negociaciones.
La Justicia argentina solicitó la captura nacional e internacional del ex presidente iraní Ali Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani, del ex ministro de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Velayati; del ex ministro de Inteligencia, Ali Fallahijan, del ex Jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohsen Rezai, del ex Jefe de las Fuerzas Quds y ex ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, del ex Agregado Cultural de la Embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani, del Tercer Secretario de la Embajada, Ahmad Reza Asghari y del ex embajador de la República de Irán en nuestro país, Hadi Soleimpanpour.
Siguiendo el escrito de Nisman el «plan criminal» se inició el 23 de enero de 2011 en un viaje que el canciller Timerman hizo a Damasco, Siria. Posteriormente viajó a Aleppo, donde se entrevistó con el jefe del régimen Bashar Al-Assad. En el curso de ese viaje Timerman se reunió con su par iraní,Ali Akbar Salehi. El canciller del régimen se lo comunicó por escrito al por entonces presidente de Irán: «Argentina no está más interesada en resolver aquellos dos atentados… en cambio prefiere mejorar sus relaciones comerciales«, según consta en el escrito.