Un entramado de corrupción que llega al corazón del poder político y define el futuro del emprendimiento «Eco Barrio Lagos del Mar» que avanza sobre la albufera de la laguna sin control.
Sobre medianos del año pasado, y lejos del lugar de los hechos, Ignacio de las Carreras -cabeza del emprendimiento que afecta a una albufera protegida de la Argentina- acordaba lo que por estas horas comienza a conocerse como el Pacto de San Ginés. Quienes intervinieron llegaron a un acuerdo económico para destrabar la autorización del «Eco Barrio Lagos del Mar», ese emprendimiento al que se ha opuesto el vecindario de la laguna Mar Chiquita y sobre el que pesa un lapidario informe de la Universidad Nacional de Mar del Plata en el que se advierte sobre las consecuencias “nefastas” que genera la construcción en esa zona. .
Sugestivamente, después de años de idas y vueltas, a los pocos meses el Concejo Deliberante dio vía libre a la continuidad de las obras y solo la intervención de la justicia evitó que una nueva zonificación convirtiese la cuestión en un hecho consumado. En el medio, fuertes denuncias de presiones de parte del intendente y del emprendedor y una situación de sospecha de maniobras poco claras que ahora comienzan a surgir a la superficie.
Pagos acordados, promesas e incumplimientos y, una vez más, la sombra de la corrupción en la política argentina, son los ingredientes de una historia que aún no ha terminado y a cuyos detalles ha tenido acceso LIBRE EXPRESIÓN en una investigación periodística que seguramente tendrá fuertes consecuencias.
El Pacto de San Ginés pone al desnudo como se manejan los negocios entre el estado y los intereses privados y cuales fueron los «detalles» ambientales que los involucrados resolvieron pasar por alto.
Los próximos días serán ricos en novedades y detalles…
