Sueldos con descubierto: una bomba de tiempo que va a estallar

¿Un mes más?,  ¿dos?, ¿cuánto tiempo puede el municipio subsistir utilizando el descubierto bancario como instrumento habitual para pagar la cada vez más abultada masa salarial?. Un disparate.

Adrián Freijo

Adrián Freijo

Preso de las falsas promesas del gobierno nacional y el provincial, siempre anunciando un apoyo que en los papeles no existe, el gobierno de Carlos Arroyo ha tomado la utilización del descubierto bancario como un mecanismo normal a la hora de juntar los fondos necesarios para pagar los sueldos de los empleados municipales.

Sin embargo a nadie escapa que se trata una cuestión sumamente delicada desde el punto de vista político, porque indica a todas luces la necesidad de obtener recursos “a cualquier precio” y es a la vez, un manifiesto acto de irresponsabilidad fiscal”.

El municipio no mejora su recaudación y nada hace pensar que ello cambiará en el corto plazo. La suba prevista de las tasas y las graves dificultades de la mayoría de la población para concretar un ingreso per cápita que permita la subsistencia y paralelamente el cumplimiento de los compromisos con el estado no son buenos indicios de que ello vaya a ocurrir.

Los discursos de apoyo y acompañamiento de parte de los poderes centrales es ya una ficción insostenible: si ello fuese así estas maniobras financieras in extremis no serían necesarias y es claro que aquellas afirmaciones acerca de las pautas mínimas de administración que Vidal le había impuesto a Arroyo para aceptar brindarle una ayuda no eran una especulación y además no se han cumplido.

El interés que debe pagar mes a mes el municipio para cumplir con la masa salarial, amén del agotador costo político que paga cada vez que tiene que reclamar la autorización de la oposición para recurrir a la más cara de las maniobras financieras en el mercado, suguran un corto plazo de asfixia que no encuentra en su camino una sola idea de fondo para resolver el desmadre del gasto público.

En buen romance, el municipio como cualquier empresa que subsiste en base al descubierto, va hacia el abismo a una velocidad que crece mes a mes. Y en el caso del sector privado esto solo se corrige si se toman medidas profundas, de fondo y hasta a veces dolorosas que pongan las cosas en el lugar del que nunca debieron alejarse: que los ingresos sean más que los egresos y que estos además tengan la calidad del destino para que el organismo fue creado.

Que no fue para pagar sueldos de primer mundo sino para prestar servicios básicos a la población. ¿Se entiende?.