El fiscal Guillermo Marijuan requirió hoy la elevación a juicio oral y público de la causa contra Amado Boudou por la falsificación de documentos públicos de un vehículo de su propiedad.
El juez Claudio Bonadio le había enviado el caso a Marijuan, luego de que la Sala II de la Cámara Federal confirmara por unanimidad el procesamiento de Boudou por el delito de falsedad ideológica de un documento, que se castiga con penas de uno a seis años de prisión.
Ahora Bonadio deberá decidir el cierre de la instrucción y la elevación del caso a juicio.
El futuro judicial del vicepresidente se encuentra cada vez más comprometido. A los avances en la causa por el auto con papeles falsos se le suma su procesamiento por la supuesta apropiación de la ex Ciccone. Además, el ex ministro de Economía está imputado por haber utilizado un documento nacional con domicilios supuestamente falsos para registrar vehículos y es investigado por presunto enriquecimiento ilícito.
LA CAUSA
Boudou y su ex pareja, Agustina Seguín, fueron procesados a principios de agosto por la falsificación de documentos de un Honda CRX Del Sol color rojo modelo 1992. Bonadio acusó al vicepresidente de «falsificación ideológica», en un fallo que llegó pocas semanas después de que fue procesado por el caso de la ex imprenta Ciccone. También fueron procesados los gestores, Andrés Alberto Soto y Rodolfo Basimiani.
Boudou le cambió el motor al automóvil en 1995 -modificación nunca registrada- y lo tuvo diez años sin hacer la transferencia, que finalmente se realizó con documentación apócrifa. En los papeles presentados ante el Registro, hay firmas apócrifas (una de Boudou) y se declara un supuesto domicilio del vicepresidente que en realidad no existe, acreditado con la fotocopia de una página falsa (inventada) de su documento de identidad.
Bonadio sostuvo que el vicepresidente ni siquiera puede demostrar que haya comprado el auto, ya que no presentó ningún papel que así lo acredite.
Según informó Boudou en sus declaraciones juradas, lo compró en julio de 1992 en una concesionaria de Mar del Plata, hoy cerrada, pero la Justicia constató que en ese momento el auto todavía no había sido importado. Estaba en el medio del océano, viajando desde Japón. Y Boudou no fue su primer dueño. La primera mujer de Boudou, en cambio, dice que lo adquirió en 1993 y que, por ende, era un bien ganancial. Con este argumento, hoy le reclama la mitad.
Fuente: La Nación