A los 37 años, el cordobés Pablo Prigioni se convirtió en el jugador argentino más veterano en jugar un Mundial. Después de brillar largos años en la Liga española, le llegó la gran chance de jugar en la NBA recién en el final de su carrera.
El actual base de New York Knicks, pieza clave del equipo argentino, analizó el momento de la selección en esta etapa y aseguró que para ganarle a Brasil hay que «competir con el corazón y la cabeza».
Después de la derrota ante Grecia en el cierre de la primera fase en Sevilla, los jugadores no quedaron conformes más allá de haber demostrado un gran despliegue para luchar por la primera posición del Grupo B. En ese sentido, Prigioni expresó: «Nosotros le ponemos corazón, le ponemos todo lo que tenemos, pero a veces no es suficiente. Competimos pero nos falta algo. Nada que reprocharnos porque dejamos todo más allá de los errores».
Con la intención de poner toda la atención en el partido ante Brasil de octavos de final, el conductor del elenco nacional mostró respeto ante los dirigidos por Rubén Magnano.»Hay que descansar bien. Se viene un rival que conocemos y ellos nos conocen a nosotros. Pocas sorpresas puede haber ante Brasil», señaló Prigioni. Y agregó: «Hay que estudiar de qué manera están jugando ellos y ver cómo nosotros podemos hacerles daño y cómo tenemos que defender sus armas. Nos conocemos mucho. Ellos está completos y nosotros no».
Finalmente, el base argentino puso en contexto lo que significa disputar esta instancia. Al respecto, sentenció: «Ahora vamos a muerte. Es a matar o morir. Es bonito también estar compitiendo en esta parte del torneo. Sabemos que tenemos que competir 40 minutos con el corazón y la cabeza dejando todo. A partir de ahora nadie se puede reservar nada».