En la denuncia de los holdouts acerca del enriquecimiento de integrantes del gobierno apareció Florencio Randazzo. Y el ministro hizo lo que siempre pedimos: dió explicaciones.
La conferencia de prensa que diese hoy el Ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo debe inscribirse en el comportamiento que siempre reclamamos de los funcionarios públicos, más allá de cualquier simpatía política que por ellos o por la fuerza que representan puede tener cada uno de nosotros.
El tiempo dirá si todos los datos dados por Randazzo se compadecen con la verdad y tal vez debamos criticarle esa actitud, convertida en ADN del kirchnerismo, que lo lleva a confrontar con otros candidatos -concretamente Macri, Massa y el gobernador y dirigente de su partido Daniel Scioli- pero lo que es innegable es que el hombre dió la cara, respondió todas las preguntas sin limitación alguna, no agredió a la prensa e inclusive, cuando las inquietudes periodísticas habían terminado, se quedó en el estrado preguntando insistentemente si había otra duda que evacuar.
En este tiempo de silencios, soberbias, falta de claridad y explicaciones que se retacean no puede hacerse otra cosa que valorar la actitud de un dirigente, tantas veces involucrado en rumores acerca de su patrimonio personal, que acepta ponerse en la línea de fuego como forma de demostrar que se siente en la obligación de dar explicaciones.
Una actitud republicana que no debería ser extraña pero que en la Argentina debe destacarse.