En el Monumental, el equipo de Marcelo Gallardo ganó un encuentro complicado y se metió en semifinales de la Copa Sudamericana, donde lo espera su clásico rival. La serie se abrirá el 20 de noviembre, en la Bombonera.
Con goles de Teo Gutiérrez, Mora y Funes Mori, el «Millonario» se impuso 3-2 ante el «Pincha». Vera y Carrillo marcaron para los platenses. En la siguiente fase los de Gallardo jugarán ante Boca.
Tras la aplastante goleada que le propinó Boca a Cerro Porteño en Asunción, River recibió a Estudiantes en el estadio Monumental. La victoria conseguida en La Plata, el invicto y el liderazgo en el torneo doméstico eran argumentos suficientes para posicionar al conjunto de Marcelo Gallardo como principal candidato a quedarse con el boleto a las semifinales de la Copa Sudamericana.
Además, el grosero error de Nésto Pitana, de anular un gol lícito de Diego Vera, favoreció al dueño de casa. El árbitro sancionó una supuesta infracción del delantero sobre Ramiro Funes Mori, antes de que el uruguayo convierta la igualdad.
También fue fundamental la tarea de Marcelo Barovero, dado que el atacante «charrúa» volvió a tener otra posibilidad para marcar su tanto. La habilitación de Guido Carrillo encontró a Vera en una posición inmejorable, pero el pie del arquero evitó el grito del «Pincha».
El espectáculo fue muy entretenido. Una falla de Leandro Desábato dejó a «Teo» mano a mano frente al guardameta correntino, aunque en su segundo intento, el «cafetero» no acertó. Una definición similar a la que desperdició Carlos Auzqui, cuando se encontraba ante «Trapito«. Luego de construir una notable pared con Joaquín Correa, el volante envió su disparo por encima del travesaño.
Lejos de bajar los brazos, el circuito ofensivo del combinado de Mauricio Pellegrino continuó dañando a la última línea local. Una triangulación entre Leonardo Jara, Carrillo y Matías Aguirregaray volvió a exigir al ex Vélez. El remate del lateral se diluyó entre los guantes de una de las figuras de la noche.
Antes de que se vayan al descanso, los platenses volvieron a agredir a su rival. El preciso centro deCarlos Auzqui, junto con la palomita esperanzadora de Diego Vera, le dio vida a un equipo que se ilusionaba con dar el golpe en Núñez. El 1 a 1 despertó el temor del silencio atroz en el Antonio Vespucio Liberti y el complemento tuvo una carga emotiva inesperada.
En el segundo capítulo River salió a la cancha desconcertado. Las dudas de la zaga central sólo fueron resueltas por su arquero. Un cabezazo de Auzqui adentro del área chica volvió generar suspenso, ya que Barovero tuvo que intervenir una vez más para salvar a la «Banda».
Naturalmente, no todas las labores defensivas deben recaer sobre «Trapito». La velocidad deJoaquín Correa fue la clave para que Estudiantes revierta el marcador. Cuando el volante encaraba hacia la meta opuesta, al arquero no le quedó más alternativa que derribar al atacante.Guido Carrillo intercambió el penal por el gol y con el 2 a 1 los murmullos empezaron a brotar por las tribunas del Monumental.
Cuando la incertidumbre se quería adueñar de la noche porteña, el espíritu del «Muñeco» se personificó en la piel de Rodrigo Mora. El uruguayo capitalizó un balón detenido y festejó el 2 a 2para que más de 60.000 personas se desahoguen en un grito eterno.
No conforme con el empate, el «Millonario» no le dio tiempo de reacción al «León» y, aplicando la misma fórmula que empleó en el tanto del «charrúa», Ramiro Funes Mori se elevó en el cielo porteño y descolocó a Hilario Navarro para sentenciar el 3 a 2. El sufrimiento valió la pena y los boletos hacia La Bombonera ya son un hecho. El Superclásico otorgará un finalista en la competición continental.
Sólo tuvieron que transcurrir 40 segundos para que la hipótesis se confirme. Una asistencia deAriel Rojas y un extraordinario dominio de Teófilo Gutiérrez le permitieron a la entidad de Núñezanotar el 1 a 0. El colombiano tocó suave hacia la red cuando Hilario Navarro salió desesperado para cortar la acción. Todo el continente estaba atento a la conformación de un nuevo Superclásico.
Por Fernando Taveira