Chuck Blazer, el dirigente que destapó la olla, aseguró que él y otros miembros del organismo internacional fueron sobornados para elegir los países de las Copas del Mundo de 1998 y 2010.
El escándalo alrededor de la FIFA sigue vigente y parece no parar. Este miércoles, el periódico estadounidense The New York Times publicó un artículo en el cual Chuck Blazer, el funcionario que dio la mayor información al FBI y la justicia de los Estados Unidos, admite, junto con otros dirigentes, haber recibido sobornos para elegir las sedes de los Mundiales de 1998 (Francia) y 2010 (Sudáfrica).
«Además de ciertas cosas, estoy de acuerdo con que en 1992 aceptamos sobornos para la elección del país que sería sede en la Copa del Mundo 1998», le comentó Blazer al juez Raymond Dearie cuando se declaró culpable en 2013.