«No quiero parecerme a los países que dejan morir chicos en las playas», dijo Cristina el mismo día en que se conoció la muerte por desnutrición de un niño qom en el Chaco. Inexplicable furcio.
Y sin nombrarla fustigó a la canciller alemana Ángela Merkel: «No quiero parecerme a nadie que no le dice a una piba, de 15 años, que quiere seguir estudiando, que se tiene que ir del país». La jefa de Estado se refirió a la polémica en la que se vio envuelta Merkel cuando dos meses atrás hizo llorar a una niña palestina porque le rechazó el asilo.
En este sentido, llamó a Lula y a Scioli a redoblar el esfuerzo: «Por eso Daniel vamos a tener que profundizar los lazos en la región sudamericana y vamos a tener que buscar formas alternativas. Y vosLula vas a tener que ser el embajador para que los BRICS no sean más los BRICS sino los BRICSA y se incluya a la Argentina».
En cuanto al artículo del Financial Times que culpa a los países emergentes de la caída en el comercio internacional, la presidenta opinó: «¿Cómo que no hay sustentabilidad? ¡12 años y medio hermano! y no accedimos a ningún financiamiento. Hay más trabajo, más vivienda, más jubilación. ¿Cómo que no estamos contribuyendo al crecimiento mundial? ¿Cómo se crece excluyendo gente? ¿Cómo se crece dejando morir gente en el mar? ¿Cómo se crece hacinando gente en campos de refugiados?».
En este sentido, la mandataria reflexionó que habría que preguntarse quien moviliza la guerra en Siria. «¿Por qué se van de sus países? por guerras ¿Y quién arma la guerra? ¿Quién vende las armas? ¿A quién le conviene? Pensalo para que no nos tomen de pavotes que no somos pavotes».