Todos coinciden en que no va a alcanzar para frenar la aceleración de la crisis económica, pero Maduro resolvió tomar la medida de desdoblar el mercado en tres tipos de cambio.
El gobierno de Venezuela anunció ayer que pondrá en marcha un nuevo mecanismo que permitirá al mercado de cambios determinar el valor del dólar, flexibilizando el estricto control de más de una década y permitiendo un tipo de cambio «libre» que abre el camino a una fuerte devaluación del bolívar. En los papeles, implicará una «legalización» del tipo de cambio informal. La modificación, que ocurre cuando el país petrolero enfrenta una reducción de más de la mitad de sus ingresos por el desplome de los precios del crudo, sin embargo no elimina la estructura de control con varios tipos de cambio. El esquema complementará al controlado para importaciones prioritarias con un tipo de cambio fijo de 6,3 bolívares por dólar y un mecanismo de subasta, conocido como Sicad, para asignar dólares a las empresas con una tasa de 12 bolívares que variará progresivamente.
El ministro de Finanzas, Rodolfo Marco, informó que la nueva plataforma, a la que bautizó Sistema Marginal de Divisas (Simadi), comenzará a operar de forma inmediata a través de casas de bolsa, bancos y casas de cambio, y tendrán acceso empresas y particulares: «El nuevo sistema marginal de divisas es abierto, libre, donde los oferentes y los demandantes se pueden cruzar entre sí inmediatamente se publique el convenio cambiario correspondiente», anunció Marco.
El ministro argumentó que el mercado es marginal porque el 70% de las necesidades de la economía venezolana serán cubiertas por el tipo de cambio más fuerte de 6,3 bolívares por dólar, que se mantiene fijo desde hace dos años, para la importación de productos esenciales, alimentos y medicinas.